Propiedades de la sal del Himalaya

En el saber popular se asume que la sal es un elemento perjudicial que siempre deberíamos procurar reducir. El impacto de algunas enfermedades como la hipertensión y su relación con un elevado consumo de sal de mesa ha llevado a muchas personas a demonizar cualquier tipo de sal, incluso aquellas que pueden llegar a ser más saludables. Es necesario tener en cuenta, sin embargo, que no todas las sales tienen la misma composición química ni los mismos efectos sobre el organismo.

Actualmente se sabe que la sal de mesa no es nada recomendable para el cuerpo humano, siendo su composición de casi un 98% de cloruro de sodio y un 2% restante de elementos químicos como el yodo. Vale destacar que la sal de mesa común, en el proceso de secado, debe ser sometida a temperaturas que exceden los 650^o, con lo que la gran mayoría de sus cristales se desnaturalizan (perdiendo sus propiedades y generando toxinas en el organismo).

La sal del Himalaya, por otra parte, no tiene nada que ver con la sal de mesa común. Es una sal especial que es extraída de las montañas del Himalaya y tiene una antigüedad de más de 250 millones de años. En la sal del Himalaya se encuentran los 84 elementos presentes en nuestro cuerpo (los mismos elementos que ya estaban en el “mar primitivo” que dio origen al mundo como lo conocemos hoy en día).

Las propiedades de la sal del Himalaya ofrecen soluciones para una gran cantidad de afecciones modernas. Esta sal ayuda a regular el contenido de agua del organismo regulando el nivel de acidez en cada una de nuestras células. Por otra parte, es muy recomendada en casos de asma, osteoporosis, calambres musculares, várices, arritmia, diabetes e insomnio.