Propiedades del Lapislázuli

El lapislázuli es la piedra de la comunicación. Desde hace más de 6000 años se le han atribuido propiedades curativas. En el Papiro Ebers, uno de los más antiguos tratados médicos, se le atribuía propiedades de mejorar la visión y como protector contra los malos espíritus. En la actualidad se suele usar por sus propiedades curativas en asociación con el Chacra del tercer ojo y las glándulas tiroides. Mejorando la garganta, la comunicación, el sistema nervioso y la intuición. Es la piedra de la comunicación y la comprensión mutua.

El lapislázuli ha sido altamente valorado desde los inicios de la historia del hombre. En Egipto se le consideraba un símbolo de poder y realeza. Se consideraba la piedra de los dioses, y se le atribuían propiedades extraordinarias en el desarrollo espiritual de la persona. Un símbolo de esta época son los escarabajos tallados en lapislázuli, que simbolizan la eternidad y el triunfo de la vida sobre la muerte. También figura en el Papiro Elbers, con propiedades de mejorar la visión y como protector. En esta época destaca el uso que hacía Cleopatra del lapislázuli como cosmético.

También en la cultura griega, romana, persa y china el lapislázuli ha sido altamente valorado. No solo por su belleza como ornamento. Según los tratados griegos actuaba contra la fiebre y la melancolía. Los Romanos lo consideraron un afrodisiaco. Y en oriente, los hindúes aseguraban que ayudaba a quemar el Karma negativo de las malas acciones. Mientras que los budistas decían que daba paz interior. Los chinos la llevaban en su vestimenta y en el pelo ya que consideraban que traía suerte y salud.

El lapislázuli es una piedra que restaura la confianza en uno mismo y fomenta que la persona tome las riendas de su vida. Facilita la expresión de los sentimientos y de las emociones. Es una piedra de comunicación, y evita los bloqueos en la comunicación.

Permite librarse con más facilidad del estrés, y alcanzar una paz profunda. El lapislázuli da a la personalidad honestidad, rigurosidad y compasión. El lapislázuli mitiga las migrañas, es beneficiosa para el sistema respiratorio y nervioso y para la garganta. El lapislázuli puede aliviar el insomnio y el vértigo.

En la actualidad las propiedades curativas que se atribuyen al lapislázuli se basan en su asociación con el chacra del entre ojo, también llamado tercer ojo. Es el centro de nuestra percepción y donde se encuentra nuestra conciencia y el punto en que nos relacionamos con nosotros mismos. Así ayuda a conectar con uno mismo, potencia la intuición, organiza y calma la mente. Abre la garganta (el chacra de las tiroides) potenciando la expresión, la creatividad y la escritura.

El lapislázuli es una piedra que debería de estar en todos los temas relacionados con la comunicación.

Además de promover el entendimiento claro y la intuición, también ayuda a equilibrar las glándulas tiroides, fortalece el cuello y las cuerdas vocales. Así es ideal para calmar inflamaciones del cuello, aliviar dolores de cabeza y también es recomendado para mejorar la visión.

El lapislázuli aporta beneficios al sistema respiratorio, el esófago, los pulmones y los órganos de limpieza (los riñones y el hígado). Purifica la sangre y estimula el sistema inmunológico y nervioso. Es indicado para aumentar la memoria. Ayuda en la curación de problemas de oídos. Mejora el ritmo cardiaco y la circulación. Es excelente aliado para evitar el insomnio.

Curiosamente en la cultura Hindú, el lapislázuli también tiene un papel muy destacado. Y con connotaciones diferentes. Ya no es una piedra de orden, sino de caos. Y se asocia con el don de la creatividad y de la danza.

Nota: Información expuesta con fines de entretenimiento, no con fines médicos ni científicos.

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