Revista Cocina
El plátano tiene su origen en la cocina sana en el sudeste asiático, de donde paso luego a la India donde lo utilizaban como elemento de ofrenda. Se dice que fue el ejército de Alejandro Magno el que lo introdujo a España por el mediterráneo.Hay variedad de plátanos, e incluso los que están injertados, pero los verdaderos son de color amarillo con motas negras, y estos indican que están maduros, es el estado más propicio para una buena digestión. Los más sabrosos y sin ninguna duda más naturales son los plátanos de Canarias, donde se cultivan de una manera natural y sin injertos.Los plátanos verdes maduran a temperatura ambiente. Y se dice que los hilos blancos que están en el plátano son los que nos ayudan a digerirlos, por lo que se recomienda no quitarlos.Entre las propiedades del plátano esta que contiene abundantes hidratos de carbono y fibra, lo que la hace una fruta energética y saciante, es la fruta perfecta para saciarnos entre hora y hora de las comidas. Además comer un par de plátanos antes de realizar ejercicio físico es ideal para los deportistas puesto que su contenido en potasio evita los calambres y mejora además su actividad muscular. Su riqueza en potasio y carencia de sodio ayuda a que el plátano disminuya la tensión arterial y regule las arritmias y la insuficiencia coronaria.Es su contenido en vitaminas del grupo B dentro de las propiedades del plátano, las que propician la producción de energía en el musculo del corazón, y mientras el magnesio contribuye a frenar el progreso de la arteriosclerosis, por lo que la hace muy recomendable para alguna afección cardiaca.En una cocina sana se incluyen recetas que contienen o podrían contener plátano, una fruta muy versátil, puesto que se puede consumir de forma dulce tal cual está, o salada en diferentes elaboraciones.