Propio de la chusma

De vergüenza, así me ha parecido la actitud de algunos en relación a la repatriación del Padre Pajares, misionero de San Juan de Dios, infectado por el virus del ébola. Todos conoceréis ya la historia de este sacerdote, pero muchos otros no habréis tenido la ocasión de leer los comentarios que algunas personas han vertido en las redes sociales, principalmente en Twitter, criticando que España se haya traído a su País a una persona infectada por esta enfermedad.
Y es que he sentido vergüenza, como decía, al leer muchos de estos comentarios, los cuales no voy a publicar por no darle publicidad a esta gentuza. Solo voy a hacer mención a uno, del sindicato UGT, cuya Federación de Servicios Públicos en Andalucía, publicaba el miércoles por la tarde el siguiente tweet:
A esto se dedica la UGT, entre otros muchos otros demagogos y populistas de la izquierda de nuestro País. Critican la repatriación de un español enfermo de ébola y dan a entender que la enfermedad se va a contagiar al resto del País, propio de la chusma que son estas personas, porque no tiene otro nombre esta actitud, como decía el mismo miércoles el gran periodista Mario Noya en Es la Tarde de Dieter.
Porque hay una cosa que no entiendo, mucha de esta gentuza que critica la repatriación de un español enfermo (en muchos casos solo porque es sacerdote) son los mismos que piden la retirada de las vallas en las fronteras de Ceuta y Melilla, y que sin duda sería más peligroso para la salud de los españoles que esta repatriación. Y no no opinarían de la misma forma si se hubiera tratado de un cooperante de una ONG, por ejemplo. Y tampoco critican que España haya pagado millones de euros en rescates a los secuestradores  (en la mayoría de los casos terroristas de Al Qaeda) para salvar la vida de otros españoles.
Señores, para esto ha de estar el Estado, España ha de ayudar a los españoles que se encuentran en situaciones de este tipo fuera de nuestras fronteras. Y si en otros casos no lo hace, mal hecho está. Pero criticar la repatriación de una persona enferma por razones políticas, porque sea religioso o por su avanzada edad, me parece vergonzoso. Esas críticas son propias de chusma.