En septiembre volvemos a la oficina, tras el verano, con buenos propósitos, como cuando comenzamos un nuevo año. Buenos y nuevos propósitos, aunque algunos no son tan nuevos, al menos en mi caso, ya que cada mes de septiembre me repito la misma frase de "voy a beber más agua en la oficina", ya que no bebo nada a lo largo del día y lo necesito. ¿Y cómo puedo conseguirlo? Pues con un truco muy sencillo, que es incluir a mi rutina de trabajo el tomar infusiones o té frío. ¿Tú también quieres hacerlo?
Sólo tienes que hacerte con una botella con difusor de té, para evitarte complicaciones y preparativos, si es de cristal mucho mejor, que es más higiénica, las tienes en Amazon si no puedes ir a buscarla, o en cualquier tienda tipo bazar o productos para el hogar y decoración.
A continuación, comprar tés que se hagan en frío y no necesites hervidor o microondas para hacerlos, estilo té de verano, infusión fría... Como estos de Ship que venden en el súper por 2 € la bolsa. Introduces la bolsita en el difusor de la botella, añades agua y sólo tienes que dejarlo a la vista en tu puesto de trabajo para irlo bebiendo cada vez que lo veas.
La verdad que es súper sencillo y enseguida empiezas a notar los beneficios, especialmente porque vas más a menudo al baño, con lo cual eliminas líquidos y limpias los riñones. Y ya si eliges un té o infusión específica para necesidades concretas, pues mucho mejor.
Yo suelo tomar té verde, que ya os conté en este post (clic!) todos sus beneficios, o de frutos rojos, que me lo lleva recetando el urólogo hace muchos años para prevenir y combatir las infecciones de orina que tan a menudo tengo.
Llevo dos semanas poniéndolo en práctica y espero que esta rutina siga conmigo por los siglos de los siglos, y tú, ¿también te animas?