Propósitos de 2015: estar con los 5 sentidos

Hoy hubo rabieta por su parte… también por la mía. A las siete de la tarde, cuando me pidió unas galletas y se las negué porque acababa de merendar montó en cólera y claro, me cogió de sorpresa, me enfadé y el conflicto se hizo enorme. Probablemente estaba molesto y enfadado porque necesitaba mi atención y no la tuvo, aunque a mí me parece que sí porque estuve todo el día a su lado. Quizá me pidió varias veces que jugara a lo largo del día o vino a mostrarme algo que pintó y dije: “¡qué bonito!”, y en dos segundos yo estaba en otro planeta.

(Fuente: www.hola.com)

Pensamos a veces que con estar siempre en casa es suficiente, pero demasiado a menudo, estamos presentes sólo físicamente: porque tenemos que hacer las tareas de casa, leer un poco para despejarnos, sentarnos ante el PC… y cuando prestamos atención a nuestros niños mientras les ayudamos con el desayuno, a elegir la ropa o nos sentamos a jugar estamos pensando en obligaciones pendientes, o bien nos levantamos del juego cada 5 minutos para hacer algo.

¿Cómo me siento yo cuando estoy hablando con otro adulto que apenas me mira a los ojos, que le dice algo a otra persona que está al lado, que no contesta a mis comentarios o preguntas? Eso es lo que obtienen nuestros niños de nosotros a menudo.

Los niños necesitan nuestra mirada, nuestro tiempo, es lo mejor que podemos darles, así que lo ideal es que cuando estemos con ellos, estemos con los 5 sentidos, sea lo que sea lo que hagamos: jugar, leer, ver una película, cenar… Es también el momento en que podremos comunicarnos de forma genuina, para conocerlos, verlos crecer, disfrutar con sus descubrimientos y ocurrencias, entender lo que necesitan y cómo se sienten.