Propuesta 1

Estamos a escasas horas de una huelga general organizada por los sindicatos de este país, tras la decisión por parte del gobierno de hacer una reforma laboral. Reforma que ha conseguido que por fin se den cuenta hasta los sectores de población más adormilados y aferrados a unos ideales ( y nada más que eso) de que no vamos por un buen camino, de que hay que abrir nuevos horizontes, nuevas ideologías que cubran y compartan las necesidades de una sociedad que ha cambiado mucho desde hace 30 años y que se han quedado más que obsoletas para la vida actual. Y no me mal interpretéis, por favor. No me inclino en la balanza política por un partido u otro. Creo que hace falta una renovación de la política brutal. Todos sin excepción.
Por eso, no me voy a poner a defender o no, algo que creo que ante todos es derecho de los ciudadanos y sobre todo de los trabajadores: el derecho a huelga. Y cuando las cosas no se hacen bien hay que quejarse y hacer ruido. Que en España nos encanta hablar pero nos cuesta mucho movilizarnos (a la vista está que va el país como va, y esta será la primera huelga a nivel nacional con causa en común en los últimos años), así que miremos a nuestros vecinos, por ejemplo Francia, donde las huelgas son un bien común y casi un estilo de vida.
Y si el fin de la reforma laboral es conseguir fondos para la seguridad social, a corto y largo plazo, me propongo hacer una serie de propuestas emitidas desde la humilde opinión e ignorancia de esta servidora.
Por ejemplo, el caso de los medicamentos. En España, se subvencionan con un 60% las recetas que nos remite el facultativo, y con 100% aquellas para pensionistas, jubilados, etc. Tenemos en el mercado farmacéutico medicamentos de marca y los genéricos. La diferencia entre unos y otros es el precio. Mientras, por ejemplo, una marca de ibuprofeno (Neobrufen) cuesta 9.90 euros, el genérico tiene un valor de 1.90. Pues bien, solo hace falta hacer números:
Si el médico receta el genérico, el estado sólo pagaría 1.90 euros máximo o 0.76 euros.
Pero si por el contrario el sanitario receta el de marca, el estado tendría que pagar 9.90 euros o 3.96 euros.
Solo hace falta pensar la cantidad de medicamentos que se recetan al cabo de un dia en toda España. Si los profesionales estuvieran obligados a emitir solo los genéricos (siempre y cuando cumplan con su cometido al igual que los de marca, por supuesto), cuánto dinero se podría ahorrar? la cantidad sería asombrosa. El paciente tendría la opción de comprar el genérico, o por el contrario elegir una marca si asi le gustara. Pero, el estado solo pagaría el genérico. Con el coste de ahorro, se podría dedicar a mejorar la sanidad, a investigación sin tener que depender de empresas farmaceúticas, y un largo etcétera.
Os dejo que me critiquéis, opinéis, o me corrijáis si algo de mi exposición no os ha parecido bien, pero creo que hay que empezar a cambiar muchas cosas. Y yo de momento, voy a proponer... hasta la próxima propuesta!!