Es fantasioso pensar que, después de todos estos nuevos hábitos, después de tantos cambios al modo de vida por la cuarentena, sea realmente posible restaurar todo a como estaba antes, "de vuelta a la normalidad", como si nada hubiera pasado.
Los que creen esto no están considerando la alta capacidad que tiene el coronavirus para arraigarse como una enfermedad endémica, ni el buen puñado de años que harán falta para que la economía local se reestablezca por completo y se fortalezca nuevamente.
No se deben guardar los viejos hábitos de comunicación política pensando que podrán desempolvarse cuando los picos de contagio se hayan aplanado. Es probable que muchas medidas de distanciamiento y de estricta higiene se sigan aplicando para evitar en lo posible cualquier nuevo brote, y ya son muchos los que descubrieron las ventajas de las videoconferencias, y las clases o seminarios web, por lo que, al abordar la planificación de una nueva campaña electoral, o de cualquier evento político, yo apostaría mis cartas sobre las plataformas de comunicación online.
Por eso aquí te cuento algunas propuestas de comunicación local efectivas en pandemia, para que vayas evaluando las modernas opciones de comunicación masiva a distancia.
El momento ideal para la transición
Es bien sabido que, de un momento a otro, cualquier tecnología de comunicación o entretenimiento puede quedar obsoleto y reemplazado por los dispositivos móviles inteligentes. Por ello se ha permitido a la comunicación política y a los sistemas de votación irse adaptando de manera natural y progresiva a estos nuevos medios, y ya hay unas que otras apps para votar, o instituciones políticas con sus propias apps. Pero las condiciones que se viven por la pandemia permiten agilizar esa transición.
El coronavirus nos introdujo en un contexto de permanente expectativa, preocupación y carencia de control sobre las rutinas a las que estamos acostumbrados. Esto genera un lógico aumento del interés en la ciudadanía por las actividades políticas, y por saber qué tienen para decir los representantes del gobierno local, ya que esperan encontrar en ellos la protección que necesitan, y confirmar la existencia de un plan sistemático para enfrentar al contagioso poder destructivo del Covid-19. Ante esto, muchas personas buscan medios de información alternativos para saciar la constante incertidumbre, y con eso caen derechitos a las aplicaciones móviles y redes sociales.
Por su parte, en una situación de pandemia, los representantes gubernamentales e institucionales reciben un cargamento inesperado y desproporcionado de responsabilidad. De un día para otro se tienen que aplicar medidas, estrategias, procedimientos legales y políticos que nadie tenía previstos, o al menos discutidos. Nadie está muy claro de lo que se tiene que hacer, y las decisiones apresuradas pueden acarrear graves consecuencias para el pueblo. En este contexto las redes sociales y plataformas de transmisión en vivo online se convierten en tus aliadas, permitiéndote el contacto directo con la ciudadanía y recibir propuestas, evaluación de ideas, y feedback.
También hay que tomar en cuenta que, mientras perduren ciertas medidas de aislamiento, las redes sociales serán el refugio para todas las personas devotas de la interacción amistosa diaria, por lo que puedes alcanzar a una mayor diversidad de tipos de público, y de encontrarlos más dispuestos a escuchar tus ideas y a aportar valor a los proyectos con sus comentarios y preguntas.
Repara o reimpulsa tu nivel de aceptación pública
En el momento en que cualquier político asume un cargo, en ese mismo instante la ciudadanía comienza a evaluarlo. Si no arrancaste con buen pie, seguramente costará un gran esfuerzo recuperar la confianza de los electores, y todo un reto volver a ganarte su voto para un segundo período. Y muchos pensarían que el panorama de crisis, con sus tragedias constantes y su devastación a la economía, podría terminar de sepultar cualquier carrera política, pero la realidad ha demostrado justo lo contrario: el contexto de una sociedad en confinamiento, bajo la amenaza de un poderoso virus que se esparce como polen en primavera, abre muchas oportunidades para los políticos que quieren enmendar sus errores.
Cualquier persona, de cualquier país y cualquier estrato social, estará profundamente agradecida con un gobierno que sepa tomar las riendas, con serenidad y responsabilidad, en este tipo de situaciones. Tomar decisiones arriesgadas, que den buenos resultados en momentos críticos, suma muchos puntos positivos del pueblo, y se mostrarán más deseosos de colaborar con las medidas tomadas.
Entonces, sin subestimar en absoluto las lamentables consecuencias de la pandemia en vidas humanas y para la economía global, si realizas una buena gestión de gobierno durante una crisis puedes transformar la catástrofe en una oportunidad. Una oportunidad para reorganices las prioridades de inversión, para demostrarle a la ciudadanía que las necesidades básicas están garantizadas bajo tu mandato, y, lo más importante: para que encarnes un nuevo rol como gobernante, que simbolice la protección incondicional, la unión, y la claridad de ideas.
Durante cualquier crisis social se da lo que se conoce como rally 'round the flag effect, el " el efecto bandera", que se caracteriza por una reducción de la crítica negativa local hacia los gobernantes, ya que la gente encuentra en ellos la representación de unión y fortaleza en los momentos de mayor conflicto. Por ende, encarnar un rol de protector y líder frente a la pandemia es como hacerse una cirugía estética política. Se puede recuperar la confianza -y los votos - de muchos electores que se daban por perdidos, y aumentar ese margen tan crucial para ganar elecciones.
Uso inteligente de recursos durante la pandemia
No hace falta esperar a que todo el mundo esté igual de actualizado con las tecnologías para comenzar a transformar la comunicación política. Los recursos que tenemos a disposición actualmente, viejos y nuevos, se pueden combinar para implementar estrategias interactivas y atractivas de comunicación, para una nueva comunicación política local, más cercana a todo el electorado aún durante condiciones de distanciamiento social.
Para aprender a diversificar la comunicación hay una regla general: No hay malos recursos, sino formas poco creativas de utilizarlos.
Por ejemplo, recorrer las calles dando un discurso por un altoparlante no es efectivo durante una pandemia. La gente está siendo constantemente bombardeada con instrucciones, arengas y advertencias, por lo que algunas palabras por altavoz pueden pasar desapercibidas. Pero muy distinto es que recorras las calles utilizando el altoparlante para presentar a un grupo de música, o de danza, o de mimos, que estén creando arte con mensajes de conciencia para la ciudadanía, o que simplemente creen arte, mientras que de fondo puedes colgar pancartas con el mensaje que quieres hacer llegar.
Las personas, que debido el distanciamiento social pasan largas horas de ocio dentro de sus viviendas, se asomarán emocionados a las ventanas y balcones al escuchar al pregonero, que en lugar de ofrecer discursos ofrecerá canciones, coreografías y acrobacias circenses, y los espectadores leerán las pancartas y recibirán el mensaje con casi el 100% de su atención. Esto es tan solo un ejemplo de cómo los viejos recursos pueden dar nuevos resultados si se utilizan con nuevas estrategias.
Inclusión ciudadana en los procedimientos políticos
En tiempos de pandemia y de encierro sería absurdo no aprovechar esa gran necesidad humana de estar informados y de interactuar con el exterior. Se trata de otra estrategia de comunicación que puede repotenciar tu presencia política.
Cada vez que vayas a un evento relacionado con los procedimientos para combatir la epidemia, no hagas de ello un evento televisivo. Los eventos televisivos hacen sentir una gran distancia entre la transmisión y los televidentes. Más bien prepárate para crear de ello un evento online. Utiliza tu smartphone para transmitir tu propio video en directo, desde alguna de tus redes sociales, y muéstrales a tus seguidores todo lo que tienes que hacer, en vivo, para recibir una dotación de mascarillas quirúrgicas, por ejemplo. El video en directo logra una sensación de intimidad y de simpatía en el público, además de demandar una alta cantidad de concentración, para no perderse de los detalles que podrían luego comentar con sus familiares y amigos.
La sensación mediática de la actualidad son las redes sociales. Las modalidades para ajustar la comunicación política a este nuevo medio son casi infinitas, ya que se moldean de la mano con las nuevas aplicaciones y los fluctuantes temas de interés de los espectadores.
Supongamos que se te ocurre grabar un discurso o anuncio importante para distribuirlo en video por YouTube, Instagram y Facebook. Eso está bien, es mucho más efectivo que distribuirlo por Televisión. Pero, ¿y si vamos un poco más allá? ¿Qué tal si en lugar de grabar y editar un video, planificas un seminario web?
Las plataformas de comunicación masiva online actuales, como Zoom, Jitsi y Cisco Webex, permiten crear eventos públicos con la participación de hasta 1000 (mil) personas, y la recepción de hasta 10.000 personas. Estos eventos se transmiten en vivo y permiten la participación de todos los espectadores a través de comentarios y herramientas interactivas de respuesta. Imagínate a 10.000 personas sintiéndose en una sala de conferencias directa con el presidente, donde pueden hacerle preguntas y recibir respuestas en vivo. Cualquiera que sea el mensaje que hagas llegar, debes hacer que esas 10.000 personas se sientan responsables de multiplicarlo, y les invitas a grabar el evento (o puedes grabarlo tú mismo) para colgarlo en internet a disposición de cualquiera que no haya podido asistir en vivo, pero que quiera ponerse al tanto de lo ocurrido.
Con eso ya tienes 2 ejemplos de cómo usar con creatividad los recursos disponibles, y cómo sacar el máximo provecho a las nuevas herramientas digitales.
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