Propuestas para las que nos apetece cambiar

El invierno se acerca y las temperaturas nos invitan a volver a llevar las prendas de siempre. Está claro que "no hay nada nuevo bajo el sol", que curiosamente los distintos diseñadores apuestan por tendencias muy similares y que la moda de los '50, '60 o '70 vuelven como olas del recuerdo...pero quizás esta vez necesitamos tomarnos en serio eso de "cambiar", de "vernos distintas"

A pesar de los vaivenes del negocio de la moda hay estilos que permanecen una temporada tras otra, inmunes a los dictados del street style, a las previsiones de los fashion forecasting, incluso a los caprichos del diseñador estrella. La camisa blanca, el pantalón de tweed, el abrigo corte sastre, la falda lápiz, el jersey de cuello alto sobreviven a las tendencias, nunca pasan de moda, y nos preguntamos entonces porqué al reconocerlas en las publicaciones de moda, o verlas en los escaparates nos parecen distintas, modernas...qué encanto especial las envuelve para que volvamos a suspirar por ellas.La moda se ha rendido al poder del estilo, ese lujo austero e inimitable responsable de looks magnéticos, con protagonistas de sobra conocidos que vuelven a resultar sorprendentes. Pero sobre todo la clave está en mezclar, en sentar a la misma mesa a invitados inesperados con estilos diametralmente opuestos, para conseguir looks sorprendentes que rompan las reglas preestablecidas del "conjunta con" o "va con", y así arrancar a nuestras prendas atemporales de las garras del aburrimiento.