Revista Libros

Prosa Inmortal: Crimen y Castigo.

Publicado el 21 noviembre 2014 por Aramys

portadaProsa2recortada

¨Una de las comadronas de Los Cañizos corre a toda velocidad, blandiendo un fórceps a modo de espada medieval, y consigue arrancarle media nariz a uno de los chicos del laboratorio. Éste querría haberle dado con un microscopio de cuatro quilos a una de sus compañeras, que lleva un biberón molotov listo para lanzarlo a quien se cruce

 ¡Ya está aquí! ¡Ya ha llegado! ¡Niños y niñas! ¡Prosa inmortal 2!

(Corre desnudo haciendo el avión por casa mientras la cartera, en la puerta, sostiene el paquete, temblorosa, sin entender la reacción del inquilino del tercero cuarta que siempre ha sido tan amable con ella y con el que…) 

Ya sabéis lo que me gustan estas revistillas de relatos, y con lo que disfruté leyendo Prosa Inmortal: Los horrores de la ciencia estaba deseando que los señores John Tones y Francisco Serrano sacaran el segundo número de una vez…que se han retrasado un poco, eh, amigos, unos meses, ahí es nada, y yo aquí, esperando.

 Pero dejémonos de tonterías y hablemos de RELATOS. Con mayúsculas.

Este segundo número de Prosa Inmortal, algo más largo que el anterior, sigue la estela de calidad de la que ya hacía gala la primera entrega, incluso creo que la supera. Con un elenco de nuevos autores en sus páginas –salvo los dos editores antes citados, que repiten- y un nuevo leitmotiv, enfocado al Crimen y Castigo -de tan amplias interpretaciones como ya lo fue Los horrores de la ciencia- este conjunto de relatos vuelve a transportarnos a lugares extraños, remotos o demasiado conocidos, vuelve a hacernos sentir escalofríos, miedo, confusión y recelo, vuelve a dejarnos esa sensación de maravilla al terminar de leer algún relato, o después de cada uno de ellos. Prosa Inmortal está, una vez más, llena de gente extraña, violenta, rara, loca, vengativa, creyente, solitaria, poseída o cualquiera de los trastornos que se os ocurran.

Como por ejemplo en El arte de mentir, de Grace Morales, un relato muy corto y potente, casi como una bofetada, un relato que juega con la mentira, con el lector, de esos relatos que hay que leer hasta la última página, donde todo cobra sentido y las piezas encajan. O el de Andrés Abel, que ha escrito un relato de súper héroes, de un súper héroe. O igual de un súper villano. ¿Un justiciero algo retorcido? Los diarios de la mosca de la carne es un relato lleno de acción, sangre, ¿venganza?, a su manera , un relato contundente, engañoso, con un punto de vista retorcido, voyeur, maléfico, yo que sé mola muchísimo.

O meternos de lleno en un mundo inundado lleno de ciudades flotantes, un mundo donde las terrazas de los edificios sobresalen del agua, donde se acampa y se vive, un mundo con apenas zonas que no se han inundado. Francisco Serrano nos planeta en La inundación un mundo así, un relato de búsqueda, de desconfianza, también un relato de venganzas, de dobles caras, duro, seco y cruel.

Otra cosa es Una buena chica, de Alejandro Morellón el relato más loco de la antología y uno de mis favoritos, del que provienen las citas al principio de esta entrada. Una lucha a muerte entre dos hospitales, desde la gente de la limpieza hasta el director del centro; enfermeras, camilleros, vigilantes, recepcionistas, todo el mundo luchando por su hospital, sierras, bisturíes, muletas, microscopios, todo vale con tal de acabar con el enemigo. Un relato brutal y bestial y sanguinario que se lee con una buena sonrisa en la cara.

En Vicios menores, Noel Ceballos nos muestra lo diabólico, cruel y frío que puede llegar a ser el ser humano a muy temprana edad, nos enseña que el mal es prácticamente inherente a la especie, que está ahí, que a veces sale de forma natural y muchas otras, cuando alguien nos avoca a él. Y otro de mis favoritos, 357 de Jesús Cañadas, un autor que me apasiona, al que ya le he leído algunos relatos más, que siempre muestra la cara oscura del ser humano, sus relatos son siempre retorcidos y oscuros, y este no iba a ser una excepción. Cañadas construye un relato de atmosfera asfixiante en una institución mental, una historia con un toque fantástico, que mantiene la tensión desde el primer párrafo hasta el último.

También tenemos un Western, El perro, un magnífico relato lleno de rabia y polvo, de obstinación, de obsesión. El relato de Merche Montero es seco y áspero y violento y duro. Y sale un chucho. Y podría seguir con el de Francisco Jota-Pérez, el de John Tones, el de Carlos Pérez o el de Javi Sánchez, todos fantásticos, entre la aventura, las distopías, las cárceles imposibles, los monstruos, la religión…

Por segunda vez, Prosa Inmortal vuelve a demostrar que las cosas con pasión y savoir faire son las que mejor salen, esta Monografía de ficción vuelve a rizar el concepto de antología, vuelve a reírse de sus camaradas de especie, vuelve a dejar claro que la literatura underground no tiene nada que envidiar al resto.

¡Viva la Prosa de segunda!

Crimen y Castigo AQUÍ.


Prosa Inmortal: Crimen y Castigo.
Prosa Inmortal: Crimen y Castigo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog