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Prosa Inmortal: Los Horrores de la Ciencia

Publicado el 20 enero 2014 por Aramys

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 ¨En la habitación contigua el portón saltaba en pedazos. El inspector disparó contra unos brazos que intentaban destruir la barricada… No eran brazos. Eran otra cosa. LeFlop me empujó hasta una trampilla en el suelo, cubierta hasta entonces con una alfombra. Rápido, baje, dijo.¨ (El hotel infinito)

Una de las cosas que me hubiera gustado vivir son los buenos años del pulp, la época dorada, poder comprar todas esas revistas llenas de relatos de ciencia ficción, de terror y de historias policíacas. Poder disfrutar de Amazing Stories, Weird Tales, Black Mask o cualquiera de las decenas de revistas que poblaban los quioscos en aquella época. Historias sorprendentes, raras, fantásticas, subyugantes, extravagantes, violentas, seductoras, inquietantes.  Hay un elenco enorme de escritores que dieron sus primeros pasos en estas revistas y que más tarde saltaron a la novela y a la fama. Todos sabemos quiénes son.

Prosa Inmortal recupera un poco ese espíritu, el espíritu de aquel pulp, de aquellas revistas de relatos, de ese disfrute de lo extraño e inquietante.

Proyecto dirigido por John Tones y Francisco Serrano, Prosa Inmortal nace porque ¨adoramos los géneros populares y su mirada de mutaciones. Los textos ágiles y directos y la negación de la trascendencia y las imposturas¨ AMEN a eso tíos. Con una periodicidad semestral y un cambio de tema en cada número, estas Monografías de ficción se editan en papel, tiradas de cien ejemplares numerados a ocho euros, y en digital, a tres euros el ejemplar.

Este primer número de Prosa Inmortal está dedicado a Los horrores de la ciencia, y ciencia aquí es un término muy amplio; desde implantes de partes del cuerpo, brazos, piernas, pasando por civilizaciones antiguas o de otras galaxias, para terminar en hoteles infinitos con varios planos de existencia…

Pero vamos con el primer relato, Googlidos de Cory Doctorow el que abre la antología y la ¿estrella Invitada? Puesto que es el único que no es español y tiene cierta fama adquirida esa parece la idea. Para mi desgracia es el único relato que me no me ha dicho nada, me ha dejado frío. Doctorow nos sitúa en una sociedad hiperconectada y donde el gigante Google controla y espía a los pobres ciudadanos. En ese marco, un ex trabajador de Google siente es sus propias carnes lo que es caer bajo el control de lo que el mismo ha ayudado a desarrollar… Lo he notado un poco fuera de lugar en la antología, no he podido encontrar la relación con el resto de relatos que sí tienen un hilo conductor. Puede que por la fama de su autor, el dichoso hype, esperara mucho de éste relato, y no ha sido así, lástima. El jardín que apenas recuerdas de Noel Ceballos me ha dejado un pelín desconcertado. No he leído tanta ciencia ficción como a mí me gustaría y eso se nota. Ceballos nos platea un relato que está entre la realidad y el sueño, creo. El protagonista es un doctor que habla con uno de sus pacientes, un asesino esquizofrénico, artista, y genio, y Ceballos lo mueve entre la realidad y al parecer un sueño en el que habla con el paciente. Yo me quede algo confundido y no acabé de saber en qué plano estaba moviéndome. Aún con eso, es un relato escrito con mucha sensibilidad y fuerza.

  El superhombre de Alberto Haj-Salen, es un relato sin connotaciones fantásticas, o casi… donde un par de científicos reflexionan sobre lo ético de que el ser humano se implante partes del cuerpo mejoradas, más allá de las prótesis que todos conocemos para suplir partes amputadas o dañadas. Un relato con un trasfondo impactante, con una resolución sorprendente. Totalmente distinto es El átomo al servicio de los brujos de Santi Pagés, una de las historias más largas de la antología y más ricas, un relato dividido en ocho pequeños capítulos donde se ve el nacimiento y la evolución de la energía atómica, desde el imperio romano en 1603, hasta la California de 1952. Éste relato es de los que más me ha gustado, me ha hecho sentir como si estuviera leyendo a Julio Verne, lo fantástico se mezcla con la aventura, la narración es brillante, viva, cada época está muy bien ambientada y el relato fluye con fuerza.  ¡Y sale H.G. Wells! En Fuego amigo ON, Javi Sánchez nos plantea una raza de súper hombres, más concretamente de súper soldados, individuos mejorados mediante implantes en todo el cuerpo, incluso en la mente, soldados cibernéticos hechos a imagen y semejanza del ser humano, mentes que se actualizan cada poco tiempo, encargos especiales, multimuerte, un relato al más puro estilo de un videojuego, visual y frenético.

¿Y una historia de fantasmas? ¿Tiene cabida aquí? Por supuesto. El hotel infinito de Francisco Serrano es una buenísima y fantástica historia de fantasmas, realidades paralelas, razas alienígenas y cuento de misterio, no es de extrañar que sea otro de los cuentos estrella, para mí, de esta antología. Narrado con una tensión y un ritmo geniales, es un relato que te hace disfrutar muchísimo, lleno de personajes entrañables, con mucha personalidad, y en un escenario tan clásico y maravilloso como un hotel. Un relato largo y lleno de detalles que si hubiera durado unas cientos de páginas más tampoco me hubiera importado. Al contrario que Serrano, John Tones opta en Alguna clase de utilidad por un relato mucho más corto y concentrado, casi minimalista. Tones nos cuenta como en el Berlín de los dos muros, nacen tres generaciones de niños con ciertos poderes en sus mentes. Cada generación es más poderosa que la anterior y así la tercera es la más poderosa de todas. El régimen de la época se apodera de estos niños e intenta sacar partido de sus poderes y aprovecharlo para el partido. Es un relato oscuro, que va in crescendo y que tiene un final épico de festín destructivo que disfruté con un auténtico enano.

¿Os imagináis que la enorme  cruz del valle de los caídos fuera algo más que un monumento de la dictadura Franquista? ¿Algo así como una antena para…hablar con Dios? Eso es lo que nos cuenta Guillermo Zapata en Ex Deo Maquina, un relato ambientado en la España post franquista, con una sociedad que empieza a conocer la democracia y donde un grupo de investigadores de interior investiga casos extraños. Un relato dividido en dos partes bien diferenciadas, la primera al más puro estilo Noir, como sacada de una novela de Vazquez Montalban, y la segunda, totalmente enmarcada en la ciencia ficción. Un relato curioso, extraño, triste, muy bien narrado, con mucho ritmo y tremendamente original.

Cierra esta antología de Los horrores de la ciencia el ensayo de Álvaro Arbonés Entre los límites de la ciencia y la humanidad. Pese a no ser un relato, lo he disfrutado mucho, se lee increíblemente bien, sin pesadez, no es nada denso. Arbonés habla de algunos temas espinosos en los que la ciencia ha tenido el papel principal de malo de la película. Experimentos para crear armas, investigación para tratar enfermedades psíquicas, campos de concentración, sanatorios…

He disfrutado muchísimo con Prosa Inmortal, este tipo de proyectos me fascinan, por su contenido, por su continente, por su filosofía, por todo, creo que debería haber más cosas así (también tenemos otra revista de similares características en el mercado, Presencia Humana, leída y absolutamente recomendable también, aunque su precio es algo más del doble que ésta) falta espíritu Pulp, que antologías hay, sí, pero no en este formato.

Ya está en marcha el segundo volumen de Prosa Inmortal, y está dedicado a Crimen y castigo (El concepto, no la novela) en primavera a la venta. Puede ser bastante brutal. No pienso perdérmelo.

Podéis comprar un ejemplar de Prosa Inmortal, o dos, o tres, aquí.


Prosa Inmortal: Los Horrores de la Ciencia
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