23 Julio 2011,Jaime Richart
La ecuación más visible del capitalismo es: la política es al mercado lo que el proxenetismo es a la prostitución.
El mercado está prostituido, y la prostituta está protegida por el proxeneta en que se ha convertido la política. Por eso no se entiende bien esa obsesión institucional en perseguir la prostitución del sexo con el pretexto de perseguir el proxenetismo que la ampara.