Llevamos una buena época leyendo o escuchando sobre los altavoces mediáticos que apoyan a los dos grandes de nuestro fútbol reclamar protección para sus grandes estrellas.
Está bien que se preocupen, pero lo correcto es que esa preocupación fuera más allá de las estrellas y se aplicara a todos. Que podrás decir que es un sinsentido, porque debería ser lo habitual, que un árbitro, a parte de juzgar las acciones del partido, sancionara el exceso de dureza en los contactos físicos.
Hoy este tema vuelve a saltar debido a la lesión de Messi. Y estoy seguro de que volverán las portadas, las columnas de opinión y las tertulias. A nivel comercial viene bien para llenar tiempo y mantenernos entretenidos (?) hasta la próxima jornada. Pero que esto no nos aleje de una gran verdad. Estoy seguro que en ninguna liga del mundo hay ningún jugador que entre a lesionar a un rival. Llámame ilusio, pero lo pienso.
El fútbol es un juego de contacto físico y el ímpetu y las necesidades... o hasta la rabia y la impotencia pueden hacer que no se mida la intensidad de las acciones en las que se va al límite.
Así que no os mareen. Protección para todos o para nadie.