
Ten en cuenta que de un año para otro, la crema como todas caducan y pierden efectividad, por eso intenta no jugártela con este tema, mis cremas favoritas de protección Solar son las de la marca Lierac. Utiliza la que mejor se adecue a tu tipo de piel no todas te irán bien. Si tienes la piel muy clara, tendrás que cuidarte más que una persona que tenga la piel más oscura ya que no se queman con tanta facilidad, pero ambas con la exposición tendrán que protegerse del envejecimiento ya que el sol es un mal amigo del colágeno y la elastina, produciendo las temidas arrugas y las manchas. Las pieles secas, sensibles o grasas necesitan distintas texturas y principios activos.Es muy importante tener un bronceador específico para el rostro, puesto que la piel de esta zona es más fina que la corporal. Se recomiendan índices de protección más elevados y con protectores biológicos específicos para pieles sensibles y sin filtros químicos.Los dermatólogos recomiendan usar SPF 30, 50 y 50+. Renueva cada dos horas la aplicación de la crema y cuando nos mojemos con agua habrá que hacerlo nada más secarnos con la toalla. Es un mito pensar que con esta graduación de protección no te vas a broncear, lo vas a hacer un poco menos rapido pero más seguro, te durará más tiempo y será mucho más uniforme en la piel, tampoco es verdad que el bronceador te vaya a impedir coger la vitamina D del sol ya que solamente la luz solar hará que la adquieras.Recuerda que las condiciones meteorológicas son muy importantes a la hora de determinar un protector solar y hay que extremar la precaución en la montaña, en la nieve o en el mar. Incorporar a tu rutina habitual de belleza el gesto de la aplicación de la protección solar, es lo más sabio que puedes hacer antes, durante y después del verano.
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