Protección solar eficaz: la recomendación de una especialista para cuidar correctamente tu piel.

Fuente foto: Pinterest La protección solar es uno de los pilares fundamentales del cuidado de la piel, pero aún con toda la información, seguimos cometiendo errores que pueden afectar su eficacia. La Dra. Antonela Di Giglio, médica dermatóloga (MN 156538) y speaker de Mesoestetic, comparte los puntos clave que deberíamos tener en cuenta para proteger la piel correctamente y prevenir el envejecimiento solar prematuro, manchas y daño solar.

El daño solar no solo está en la playa.

Según la especialista, la clave ya no es solo "protegerse del sol", sino anticipar, prevenir y reparar. Si bien pensamos en el verano, la Dra. aclara que "la mayoría de las quemaduras no ocurren en pleno mediodía en la playa, sino en días nublados, con brisa o en actividades cotidianas como caminar, andar en bici, hacer mandados y hasta caminando al trabajo."

Además, la ciudad incrementa la exposición por el efecto rebote de los rayos en el cemento, superficies claras y la falta de sombra natural. Ojo, que también es importante saber que también la radiación se refleja en la arena (del 15 al 25%) y el agua. Y aunque no estemos en la playa sino esquiando, el hielo también refleja los rayos.

Los grandes olvidados de la protección solar.

La Dra. Di Giglio recomienda, por esa razón, aplicar el corrector no solo en cuerpo y rostro, sino también tener en cuenta las zonas que siempre quedan olvidadas: orejas, párpados, labios, dorso de manos, empeine y cuero cabelludo. "son áreas de piel muy fina que siempre quedan muy expuestas y suele olvidarse la reaplicación".

Además, según la Dra., debemos cuidar la microbiota de la piel "Una microbiota equilibrada mejora la barrera, la tolerancia y la capacidad de la piel de recuperarse. Las formulaciones actuales acompañan ese equilibrio para reducir sensibilidad y enrojecimiento."

Los otros rayos que también dañan tu piel:

Según la Dra. Di Giglio, no el sol es el que daña nuestra piel, sino que también debemos protegernos de:

Luz visible y luz azul (HEV): la nueva fuente de pigmentación: la luz visible —incluida la azul proveniente del sol y de pantallas— genera pigmentación persistente y actúa directamente sobre manchas, melasma y oscurecimiento postinflamatorio.
Infrarrojo (IR) y calor: inflamación profunda
El calor aumenta mediadores inflamatorios y compromete la tolerancia. Es uno de los principales factores que agravan el melasma y sensibilidad estival.