Revista Salud y Bienestar
La temperatura baja, la calefacción muy alta y el viento no nos deja movernos, ha comenzado la batalla contra la piel en invierno. El aire seco elimina con mucha facilidad la capa fina que protege nuestra piel y nos ayuda a mantenerla hidratada pudiendo producir enfermedades como eczemas, psoriasis o piel muy seca. Pero os traigo una pequeña rutina que hará estos meses más llevaderos para la piel y además muy cómodos.
Como hace frio fuera, algunos (incluyéndome) tendemos a prolongar nuestras duchas y baños, lo cual es la receta perfecta para que la piel se seque más. En su lugar deberíamos optar por una ducha breve y utilizar agua tibia, cambiar a jabones menos agresivos y con alto poder hidratante y a la hora de secar hacerlo muy suavemente para evitar volver a secar la piel. Por último deberíamos aplicar una crema hidratante mientras la piel esté ligeramente húmeda.
Si su piel además es sensible, opte por usar ropa menos irritante y más suave como puede ser materiales como el algodón evitando la lana o el poliéster. Además, mientras esté en casa utilice ropa holgada que permitirá una mejor transpiración. También puede optar por usar un humidificador para mantener la humedad entre el 30% y el 50%.
Y por último algo que debe cuidar todo el año, evite el estrés en su máxima medida o busque vías de escape para reducir, y por supuesto realice deporte al menos tres veces por semana.