Revista Insólito

¿Protegemos suficiente a los niños? ¿Por qué ya no les enseñamos a cuidarse?

Publicado el 09 septiembre 2013 por Iris Bernot @irisbernot
      El otro día vi una noticia en televisión que me hizo recapacitar sobre algunas cosas. Tres hermanos que viven en una barriada de edades comprendidas entre los cinco y los trece años habían estado a punto de ser secuestrados por un individuo que al parecer había intentado meterlos a una furgoneta con la promesa de enseñarles una bolsa de golosinas. Los niños se habían salvado porque el mediano había empezado a gritar y a pedir auxilio mientras el mayor le pegaba patadas al agresor al mismo tiempo que agarraba del brazo al menor de los tres para evitar su introducción en la furgoneta, cosa que ya estaba casi conseguida del todo, provocando así la huida del individuo asaltante. En una entrevista hecha a los padres de los niños la madre decía orgullosa que su marido y ella habían aleccionado a sus hijos para que no se marcharan con nadie a quien no conocieran porque el mundo era un lugar muy peligroso, decía la sabia la mujer, y nunca se sabía qué podía ocurrir.
         Este hecho me hizo pensar bastante sobre algunas cuestiones que tienen que ver con la infancia de hoy en día. Yo pertenezco a una generación que creció acojonad... porque los adultos se pasaban la vida enumerando la cantidad de peligros que había ahí fuera y las maneras para estar a salvo de ellos, y a veces me inquieta la despreocupación con la que viven los niños de hoy. Los padres actuales, tan modernos ellos y tan seguidores de teorías "super chulis" y super vanguardistas de psicólogos que están creando una gran cantera de individuos insatisfechos e incapaces de lidiar con la frustración (cada vez oigo tonterías más gordas sobre cómo tratar con los niños), han decidido de repente que infundir miedo a los infantes es una manera de traumatizarlos como cualquier otra, y que es mejor dejar que vivan en babia y con un casco de bicicleta por si se descalabran, cosa que suele suceder a menudo, para que descubran lo oscuro y peligroso que puede ser el mundo cuando se caigan de mala manera. Ya no se les aconseja que no hablen con extraños y que no cojan chucherías de gente desconocida por los parques, ni tampoco se les dice a las adolescentes que no beban nada que ellas mismas no hayan pedido y hayan tenido bajo su control visual ni que no monten en coches de chicos que no conocen o que acaban de conocer, por muy guay que hacer cosas así les pueda parecer. Ahora es malo decirles a los niños que en el mundo hay gente buena y gente mala y que han de tener cuidado por donde van y pedir auxilio si alguien trata de cogerles del brazo o  les dice que entren a un coche para ver unos "cachorritos de perro muy monos que hay en el asiento de atrás". Es más, no solo no se les alecciona para que aprendan a cuidar de su propia seguridad, sino que además se les expone más que nunca a un mundo que muchas veces está más enfermo de lo que mucha gente que vive dentro de una burbuja cree. Ahora hay muchos padres que cuelgan fotos de sus vástagos en la red para presumir de hijos exponiéndolos a la crítica pública y a los desquiciados que babean con imágenes de niños, y los hay que incluso cuelgan vídeos de sus bebés haciendo monadas para que todo el mundo vea lo creciditos y guapos que están. Cuando digo que esto no me parece lógico ni normal siempre hay algún "listillo" o "listilla" que me viene con la cantinela de que yo no puedo opinar porque no tengo vástagos, a lo cual siempre suelo responder que a pesar de no tener hijos tengo algo que creo que los padres deberían tener, sentido común, y que además creo que esa es una cualidad que todos los padres deberían desarrollar al tener hijos como condición indispensable para poder cuidarlos.       
      No quiero ser alarmista ni arcaica, pero tengo una noticia para  todos los que tienen niños a su cargo: el mundo es peligroso. Sí, queridos, la tierra es una jungla en la que hay todo tipo de animales, y así como las leonas dedican parte de su tiempo a enseñar a sus cachorros a moverse por el territorio con tiento e inteligencia para que los depredadores no los maten nosotros deberíamos enseñar a nuestros niños algunas reglas básicas para que tengan conciencia de que han de cuidar de sí mismos. No creo que sea tan alarmista lo que estoy diciendo, pues solo hay que encender la televisión o leer la prensa para darse cuenta de que el mundo no es el jardín con margaritas que a todos nos gustaría que fuera. Podríamos ponernos a debatir sobre el origen del mal y de la crueldad todo lo que quisiéramos, pero eso no detendría la oleada de asesinatos y abusos a infantes que desgraciadamente hay por todas partes.   
     No soy partidaria de contar historias terroríficas a los niños sobre criaturas desmembradas y psicópatas con hachas, pero creo que enseñar a los más pequeños a ser precavidos es algo inteligente y bastante lógico teniendo en cuenta la cantidad de  monstruos que hay pululando por ahí. Además creo que no debemos olvidar tampoco el hecho de que la mayoría de abusos y asesinatos a niños suelen suceder a manos de personas que se hayan cercanas a éstos ( vecinos, conocidos del barrio, conocidos o amigos de la familia, etc...) y taparle los oídos a un niño ante la idea de que hay gente mala que mete a los infantes a su casa para enseñarles juguetes o cachorritos es un error. Está claro que no hace falta dar detalles escabrosos, obvio, pero creo que estaría bien que los niños supieran que si un vecino va a buscarles a la escuela y les dice que sus padres no han podido ir a por ellos y que es mejor que se vayan con él porque les va a llevar a comprar cosas bonitas, por ejemplo, es preferible que estén aleccionados para que se queden en la escuela a esperar a sus padres o para pedir a algún profesor que les lleve a su casa o que espere con ellos.            Sé que este discurso no es muy popular y que queda mejor decir que el mundo es muy bonito y que a los niños solo hay que hablarles de hadas buenas y de duendes graciosos, pero lo cierto es que algunas estadísticas son lo suficientemente tristes y oscuras como para todos nos preguntemos qué es lo que estamos haciendo mal. Cada vez estoy más convencida de que no protegemos suficiente a los menores; hablamos mucho a favor de la infancia, pero no les protegemos lo suficiente, y deberíamos hacerlo. Todos deberíamos estar más alerta, enseñarles más a cuidar de sí mismos, y exponerlos menos al público en redes y ámbitos que no podemos controlar por lo enormes y caóticas que son. Deberíamos hacer muchas cosas que no hacemos en vez de echarle la culpa al mundo. El mundo es como es y mientras siga siendo así es nuestra responsabilidad tener un poco de sentido común y proteger a los más indefensos. Cada vez que colgamos fotos de niños en redes gigantescas, cada vez que vemos a un señor merodeando por un parque mirando a los niños jugar y no hacemos nada al respecto, cada vez que tapamos los oídos de los niños para que no oigan que a fulanito se lo ha llevado un señor que no conocía de nada porque se fue con él a mirar un "gatito", y cada vez que les hacemos fotos en estudios fotográficos y las ponemos en escaparates en grande como si en vez de infantes fueran modelos adultos conscientes de su imagen y de los derechos que les asisten, estamos desprotegiendo a los niños. Que no me digan que exagero, porque no vivimos en un paraíso de manantiales limpios y casitas de juguete. Todos sabemos donde vivimos, y si alguien quiere hacerse el tonto que lo haga, pero que no olvide que los niños no tienen la posibilidad de hacerse los tontos porque no pueden elegir. Ellos están a nuestro cuidado y solo pueden moverse son las directrices que les damos, que en mi opinión deberían ser más claras y dirigidas a que se auto protejan y a que sepan pedir ayuda en caso de peligro...

¿Protegemos suficiente  a los niños? ¿Por qué ya no les enseñamos a cuidarse?

Si no vengo a recogerte yo, no te vayas con nadie. Me esperas, ¿ok? Solo yo...



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