Se debe proteger a los bebés contra las quemaduras solares, y más en verano que el calor puede dañar más al bebé, a su piel y a su salud. Los padres deben tomar precauciones para impedir que los bebés tengan quemaduras solares, y ya no sólo cuando vayan a la playa sino en la calle, jugando al aire libre, en cualquier momento en que se expongan al sol.
La principal medida de precaución contra las quemaduras solares es el protector solar, que se debe aplicar en cualquier momento que sea necesario, utilizando todas las mañanas y comprando protectores solares cada año, ya que los del año anterior pueden haber caducado o perdido fuerza, principalmente si se encuentran abiertos.
Se debe poner protector solar durante la mañana, ya que los niños suelen jugar fuera y estar expuestos al sol durante bastante tiempo. Se debe también poner media hora antes de ir a la playa, y preferentemente aplicar cada vez que han ido al agua, aunque el protector sea resistente al agua.
A la hora de elegir el protector solar, se debe elegir con un factor alto, mayor o igual a SPF 30. Debe ser un protector de amplio espectro eficaz contra rayos UVB y UVA. Se debe consultar muy bien las etiquetas sin tener en cuenta el precio ya que se trata de la salud del bebé, y si es necesario pedir asesoramiento. Un pediatra o en la farmacia se puede recomendar el que es más adecuado para el bebé.
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