Nueva iniciativa en el mundo del surf para proteger nuestras costas. La semana pasada se presentó el “Manifiesto para la Protección de las Olas”, una declaración pública apoyada por diversos organismos nacionales y europeos que justifica el valor y la necesidad de conservar las rompientes de surf como un patrimonio-recurso natural y cultural.
El litoral está sufriendo continuas agresiones y se están perdiendo rompientes de interés para la práctica del surf y para el disfrute de todos en general. Ante esta situación, iniciativas como ésta tratan de canalizar la demanda social creciente, para sensibilizar, no solo a la ciudadanía sino también a las administraciones públicas.
Casos como el de la ola de Mundaka, que ha sido considerada como la mejor ola de izquierda de Europa y que formó parte del circuito internacional de surf desde 1990, demuestran la necesidad de estas acciones. En este caso, el dragado de arena de la ría la debilitó mucho y fue eliminada del circuito internacional en 2009. Aunque ahora la ola está recuperada, ya no pasan por allí los miles de aficionados atraídos por la competición. Hay muchos casos más, como la ola de Arguineguín. Las olas son un patrimonio natural y cultural, pero también un recurso socio-económico.
El surf es un deporte, una actividad económica respetuosa con el medio ambiente y sobre todo, un estilo de vida, una cultura basada en el respeto, el esfuerzo y el disfrutando de la naturaleza en equilibrio. Si somos lo que protegemos, protejamos las olas.
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