Los medios sociales tienen muchos beneficios, pero a pesar de ello es sumamente importante tener cuidado con los datos que se comparten, así como con el nivel de privacidad que tiene nuestro perfil en cada una de las redes sociales en las que estamos. Cuanto más visibles, ricos o atractivos sean los personajes que están en los medios sociales, más vulnerables son a los ciberataques o a ser acosados. Son varios los ejemplos de robo de datos y archivos privados los que se han dado ya, de modo que es más que evidente que se necesita tener mucho cuidado.
Datos bancarios
Tener una tarjeta de crédito o una cuenta bancaria puede convertirnos en un blanco para delincuentes en línea, los cuales intentarán hacerse con los datos hackeando las cuentas para luego utilizarlas como más les convenga. Pero también nos puede exponer a vendedores sin escrúpulos que utilizan sin ningún pudor nuestra información para cobrarnos por productos que no hemos comprado o cargar en nuestra cuenta gastos inesperados.
Información personal
Compartir información personal en una plataforma en la que los datos viajan muy rápido no requiere grandes medidas de privacidad. Algunos se toman en asunto demasiado a la ligera hasta que caen en manos de delincuentes en línea.
Con una estrategia de ingeniería social, algunos se hacen pasar por gente con buenas intenciones y engañar a sus contactos para obtener acceso a datos sensibles que después pueden utilizar para evitar los sistemas de protección.
Cómo proteger la privacidad
En realidad hay muchas cosas que podemos hacer para tener toda nuestra información segura en los medios sociales. Una de las más importantes es utilizar claves de seguridad, un asunto que todos conocemos pero al que a veces no le prestamos la debida atención. Tenemos que utilizar contraseñas que no se puedan adivinar con facilidad. Nombres de personas de nuestro entorno, mascotas o fechas señaladas hacen que nuestra cuenta sea muy vulnerable. Lo más recomendable es combinar letras mayúsculas y minúsculas con símbolos y números. Y si se está haciendo uso de un ordenador compartido o en un lugar público, es importante asegurarse de que no se tienen marcadas las casillas de inicio de sesión automático o las funciones de recordatorio de las páginas y el navegador. Una vez que se ha terminado la sesión, hay que asegurarse de que cerramos por completo las redes sociales en las que hemos estado.
Otra cosa que tenemos que hacer para proteger nuestra privacidad en medios sociales es hacer uso de todas las características que cada una de las redes sociales incorporan para protegerla con seguridad. En el proceso de registro se suelen pedir determinados datos personales y podemos elegir cómo se utilizarán estos. Es importante prestar atención a lo que se va a permitir que otros vean y todo lo que mantendremos en privado. Los perfiles públicos pueden ser vistos por todos, incluso aquellos que buscan en motores de búsqueda como Yahoo o Google. Si se establecen como privados, solo aquellas personas a las que hayamos invitado y los miembros de nuestra red podrán acceder a los contenidos.
Si por cualquier cusa se detecta algún tipo de acto irregular o dudoso, no debemos callarlo. Hay que informar de inmediato a los responsables para que se tomen las medidas oportunas y nos ayuden en lo que se necesite. En muchas redes sociales hay mecanismos de información y formularios de contacto que se pueden utilizar para notificarles los problemas. Secciones como las de Ayuda o Informe de abuso cuentan con estos formularios y algunas veces con detalles útiles para atender problemas similares a los que nos hayan podido pasar.
¿Amigos o conocidos?
Cuando alguien nos pida amistad en las redes sociales, debemos tener muy en cuenta el hecho de que sea gente en la que se pueda confiar. Puede que rechazar a alguien y no aceptar su invitación tengan una gran carga emocional, pero si valoramos nuestra cuenta y nuestros datos personales más que los sentimientos no aceptaremos solicitudes de amistad por parte de personas que no tenemos ni idea de las intenciones que tienen. Si sentimos que un perfil puede poner en riesgo nuestra seguridad, podemos eliminarlo de nuestra lista, bloquearlo o apelar a la normativa de seguridad para pedir ayuda.
Pensemos en la información que le daríamos a esa persona si estuviera delante de nosotros. ¿Se trata de un amigo, o solamente es un conocido? ¿Hasta qué grado estaríamos seguros si supiera dónde vivimos, nuestro número de teléfono o nuestro lugar de trabajo? Si no le diríamos esto en persona, ¿por qué lo hacemos en la red?
Todos tenemos derecho a tener bien protegidos nuestros datos sensibles en las redes sociales. Lo que nos hace falta es respetar esta privacidad y asegurarnos de que todos los contactos que tenemos en nuestras listas están haciendo lo mismo.