Proteger nuestro Oro: la importancia de tenerlo en un lugar seguro

Cámara Acorazada

Como bien sabemos, invertir en Oro se ha convertido desde hace algunos años en el pan de cada día por muchas razones, pero principalmente para resguardarnos de la tormenta que actualmente vivimos con la crisis económica, ya que es uno de los valores refugio por excelencia.

Muchas personas deciden invertir parte de sus ahorros en monedas de Oro o lingotes, los que poco a poco se van transformando en su tesoro personal…. en su pequeña mina.

¿Pero, es conveniente dejar al alcance de los “amigos de lo ajeno” nuestras adquisiciones, en nuestras casas?, parece que no es una opción muy inteligente y sobretodo insegura.

Varios son los casos que conocemos en España y en otros países, sobre robos en chalets o en pisos.

Hoy en día los ladrones se valen de cualquier artimaña para salirse con la suya, y lo más preocupante es la violencia utilizada en algunas ocasiones, es por eso que es recomendable ser muy discretos si decidimos invertir en Oro, o si estamos pensando hacerlo.

Una buena opción es guardar nuestras monedas y nuestros lingotes en una caja de seguridad de un buen banco.  Aquí estarán más protegidas (evidentemente), que si las tenemos en casa.

Para los ladrones supone un trabajo más sencillo, por ejemplo, saquear los cajeros automáticos falsificando tarjetas, que intentar robar las cámaras acorazadas de los bancos.

Bien es cierto que hay que pagar un alquiler mensual por ello, pero el valor es realmente irrisorio (por ejemplo unos 3€ o 7€ al mes, mas o menos, dependiendo del banco puede subir mas el precio), si lo comparamos con el valor de nuestras monedas o lingotes.  Dicho de una manera muy informal, muy probablemente gastamos más que esto en un par de  cafés al día.

Además los bancos tienen la  obligación de custodiar los cofres alquilados por los clientes.

Desde que inició la ascendente demanda de Oro por parte de particulares, empresas y gobiernos; muchos de los mayores bancos del mundo iniciaron la construcción de nuevas bóvedas acorazadas para resguardar todo el metal, ya que disponían de poco espacio para ello, tal fue el caso de JP Morgan, que abrió en el 2010 una cámara acorazada en Singapur.

Con el tiempo el diseño de estas cámaras ha ido evolucionando, primando ante todo la seguridad máxima, independientemente de que se hagan a varios metros bajo tierra o a nivel cero.

Así como los estados poderosos celosamente cuidan de sus riquezas en bunkers como Fort Knox, ese mismo recelo debemos tener con nuestro Oro.  Aunque lo tengamos en cantidades pequeñas, al fin y al cabo se trata de  nuestra riqueza, de nuestro patrimonio personal, atesorado probablemente con mucho esfuerzo, y por muy modesto que sea, no deja de ser importante.

En tiempos de crisis o no, las personas seguirán comprando monedas y lingotes, y es fundamental tenerlos bien protegidos,  pensando al mismo tiempo en nuestra propia seguridad.

Por: Lizette Paternina