Para una persona como yo, que aún no tiene arrugas pero
empieza a notar el paso del tiempo en la tonicidad de la piel, las cremas
antiarrugas son, en su mayoría, demasiado para mi cara. Es por ello que estoy encantada con los Proteoglicanos.
(De los que ya os he hablado en alguna ocasión).
Los Proteoglicanos de Mergusa atenúan el paso del tiempo y el efecto nocivo
del sol en nuestra piel, devolviéndole poco a poco la elasticidad y firmeza que
ha perdido. Para mí, esto es vital, ya que la edad y la dieta han hecho que la piel haya perdido
algo de tersura y desde que los uso noto la piel más hidratada, firme y
luminosa.
Yo los uso a modo de serum. Una ampolla me da para dos
aplicaciones (mañana y noche). Y algunas mañanas solo me aplico los Proteoglicanos
sin aplicar crema hidratante, ya que también tienen SPF, filtros solares UVA y UVB que actúan contra los efectos nocivos de la radiación
solar además de prevenir las arrugas
prematuras derivadas de ella.
Se trata de un líquido blanquecino que apenas tiene
aroma. Se extiende fácilmente y se debe masajear bien la zona de cara, cuello y
escote hasta su total absorción. No es nada graso y deja la piel muy hidratada
y suave.
El resultado como os digo es una piel más tonificada,
tersa y luminosa. Además han resultado un aliado eficaz para la “papada” que se
me había hecho con el aumento de peso y que ahora apenas tengo. Me había quedado
la zona “fofota” y ahora está muchísimo más tersa.
Os dejo el link de los laboratorios Mergusa aquí, por si queréis
más información sobre el producto y los
ingredientes. Mergusa es un laboratorio español con más de 20 años de
investigación a sus espaldas.
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