El sueño de muchos ortopedas ha llegado. La tecnología siempre había sido el camino para crear prótesis de mucha mayor calidad que facilitasen la vida a aquella gente que había perdido un miembro o un órgano indispensable. También, con el tiempo, se esperaba que paulatinamente se convirtiesen en algo más accesible a nivel económico para que estuviera al alcance de todos.
Las impresoras 3D están demostrando tener unas aplicaciones más diversas de las que se imaginaba para la ciencia, después del culebrón de la pistola que se puede imprimir en 3D -eso, queridos míos, aunque no le haga gracia a muchos también es ingeniería y desarrollo-, llega la esperanza de mucha gente en forma de brazo robótico que se puede imprimir en 3D.
Richard Van As, un ebanista sudafricano, perdió cuatro dedos de su mano en un accidente hace 2 años. Desde entonces, se ha dedicado a concebir la idea de una protesis que le devolviera sus apéndices perdidos. Para ello, se unió a Ivan Orwen, un diseñador de prótesis de Seattle. Pronto descubrieron que una prótesis hecha a medida costaba nada más y nada menos que diez mil dólares por dedo.
Rápidamente, MakerBot, una prometedora empresa afincada den Brooklyn que se dedica a la fabricación de impresoras 3D, donó un par de sus productos modelo MakerBot Replicator 2 al ver el impresionante proyecto que estos dos hombres tenían entre manos – perdonadme el chiste-.
Falta por mejorar la estética, pero los prototipos de la denominada Robohand, son un gran éxito y como asegura el niño rechonchete del vídeo que debéis ver porque es impresionante, puede hacer casi cualquier cosa que necesite con la prótesis, cuyos materiales cuestan 2,50 dólares americanos y la producción no llega a los 150$.
Recordemos que no hace mucho, unos médicos consiguieron devolverle la cara a otro hombre que la había perdido por un tumor, gracias a una prótesis hecha con otra impresora 3D. La noticia aquí.
Es sin duda un gran avance para la ciencia y para mejorar la calidad de vida de estas personas que de otra manera no podrían acceder a un miembro protésico decente y que en un futuro estos planos sean de dominio público. Ahora sí que tenemos la tecnología.
Más información y vídeos en el blog de MakerBot.
Visto en Mashable.