La Protusión Discal es la prominencia que se origina en la “envuelta fibrosa” que encierra el disco intervertebral, originando como resultado la deformación de la envuelta, sin que se haya salido su contenido.
Al realizar la resonancia magnética existen ocasiones en que no se visualiza de manera sencilla si se ha originado esa extravasación o no. Por lo que algunos profesionales determinan que si existe una deformación del disco y cuenta con una base más ancha que su vértice, se trata de una protrusión.
Pero, si es todo lo contrario el resultado será una hernia. Ésta, ya que se visualizará que la punta es igual o más ancha que su base.
¿Cómo se produce la Protusión Discal?
En situaciones normales, el disco puede sufrir desgaste originando como resultado que ciertas fibras que forman su envuelta fibrosa tengan una disminución notable de su resistencia y elasticidad. El resultado es que las fibras se retraigan o se partan de manera espontánea.
Al suceder esto, un fragmento del contenido gelatinoso del disco o núcleo pulposo se protruye o se extravasa fuera. Esto puede ocurrir como resultado de la presión que ocurre en el interior del disco,
El área de atrás de la envuelta fibrosa cuenta con una resistencia inferior a la de adelante, ya que es mucho más delgada. Por lo que es más normal que las protrusiones surjan en el área trasera del disco.
Entre los factores que pueden generar un aumento en la posibilidad de que sufrir de protrusión discal tenemos:
- Tener un estilo de vida sedentario acelera la atrofia muscular y aquellas personas que están sentadas mucho tiempo hacen que la parte anterior de la vértebra tenga que aguantar una carga superior que la posterior.
- Estar expuesto a vibraciones frecuentes. Como por ejemplo tractoristas u operarios de maquinaria industrial. Este tipos de trabajos favorecen el desgarro de las fibras de la envuelta fibrosa.
- Existe predisposición genética relacionada a conservar una resistencia inferior de la envuelta fibrosa. O bien que genere que el disco sea menos resistente ante otros elementos.
Síntomas
El área conocida como núcleo pulposo del disco incluye sustancias que irritan los nervios. En situaciones normales no existen nervios en el interior del disco. Por lo que estas sustancias no generan irritación a los nervios, ya que estos se ubican en la parte más externa de la envuelta fibrosa.
Al crearse la Protrusión Discal, estas sustancias pueden excitar los nervios y generar dolor en la espalda. Sobre todo en el área cervical o lumbar según la parte donde haya surgido la profusión. Este hecho se da como resultado del deterioro de la envuelta fibrosa y por la contractura refleja de la musculatura de ese extremo.
Además, puede generar dolor difundido al brazo cuando surgen protrusiones cervicales, como resultado de la emanación por parte de esos nervios de ciertas sustancias, como son algunas clases de neurotransmisores y neuromoduladores, como la Sustancia P o la Neuroquinina A que generan la hinchazón del disco, la raíz nerviosa y los tejidos blandos excitan químicamente la raíz nerviosa.