Días pasados vino Maggie de España, y como siempre, lo hizo cargando sobrepeso en el avión... Esta vez los tesoros que me trajo son bien variados -y llenos de información- con data no sólo de las colecciones primavera-verano boreal, sino con lujos que a cada página me despiertan deseos de compartirlos con ustedes.
Como ven, hay viejas conocidas -Vogue Colecciones España, Bazaar España, Vogue París-, y dos gratas sorpresas: Flair y Flair tendencias primavera-verano 2011, ambas en edición italiana. Como les dije cuando Valeria me trajo otras revistas hace unos meses, ya les mostraré las tendencias y estilismos veraniegos a partir de agosto para que podamos adelantarnos a las colecciones locales. Por ello hoy elijo concentrarme en una de las maravillas que vino en este último embarque: la Vogue París diciembre 2010 que contó con la colaboración de Tom Ford y que despertó polémicas por varias razones.
Como recordarán, en esa publicación hubo una nota de moda ilustrada con niñas lookeadas como adultas y las críticas no se hicieron esperar. Yo misma comenté en varios blogs que me parecía poco apropiado jugar con temas tan sensibles como el de chicos en situaciones ambiguas en medio de la proliferación de casos de pedofilia -ver acá, y acá-. Pero en esa revista, Tom Ford fue más lejos aún, y ahí es donde me saco el sombrero... Hay dos producciones con un trasfondo de crítica social bien interesante. Por un lado una nota que contó con la realización de la ex editora de la revista, Carine Roitfeld y que es propia de ella, cultora como es del denominado estilo porno chic -una provocación que busca asociar sexualidad con glamour-. En esta nota vemos a una mujer tan adinerada como obsesionada por la eterna juventud, aún al precio de vivir operándose. Su entrada y salida de la clínica, los jóvenes amantes, las secuelas de la operación -con un maquillaje increíblemente real-, y el resultado final, otra vez una obra maestra del make-up, son instantáneas de una vida rodeada de lujos -ver accesorios y prendas top-, como de soledad...
Impresionante, verdad? Yo sé que son imágenes fuertes, pero es una muestra de cómo muchas veces la moda puede ser un canal para expresar el aire del tiempo en que vivimos, es una forma de contar las cosas que pasan a nuestro alrededor, simplemente hay que saber mirar... Y en publicaciones que se arriesgan, con creativos que pueden jugar libremente para lograr estas atmósferas, los resultados logran su cometido: provocar e invitar a la reflexión. Les decía que dos producciones me llamaron la atención, la otra es sobre algo de lo que ya hemos hablado acá: la aceptación del paso del tiempo. En palabras del propio Ford: "Estoy cansado del culto a la juventud. El rechazo cultural de la vejez, la estigmatización de las arrugas, de las canas, de los cuerpos afectados por el paso del tiempo (...) La sociedad de hoy condena eso, yo lo celebro. Por esa razón, en una sesión de joyería de lujo imaginé a un hombre y una mujer juntos desde hace mucho tiempo, fieles entre sí y siempre incandescentes de deseo".
¿No es genial? Me parece increíble el resultado que lograron... Las fotos realmente transmiten pasión y provocan sensación de extrañeza, porque es verdad, no nos imaginamos al amor en la tercera edad y solemos rechazar todo lo que no sea perfecto o turgente, y resulta que asumir esa postura es negarse a ver que tod@s llegaremos a ese momento. Aceptarlo y disfrutar de lo que la vida nos ofrece es parte de la sabiduría necesaria para seguir avanzando. En algún punto ambas producciones -que insisto, no son sólo moda y glamour- se conectan: la negación del paso del tiempo y la aceptación del ciclo de la vida; dos posturas que llegan a resultados diferentes, no creen? La insatisfacción permanente contra el placer de vivir cada momento con adultez. Me quedo con ésta última opción... ¿Y ustedes? Aguardo sus comments, opiniones sobre las notas o sobre lo que deseen expresar. Que tengan lindo día, besitos:>