El otro día, durante el Carnaval de Chinchón, me enamoré de una falda hecha con corbatas que se vendía a un precio desorbitado en el mercadillo. Por supuesto, no pensé ni por un segundo en pagar semejante despropósito por una prenda de vestir, pero me anoté la idea. Ya había hecho antes una falda desde cero, así que el proyecto no me asustaba.
Lo primero fue localizar un pantalón que ya no me ponía y convertirlo en falda (no es tan fácil como parece). Mientras, hice una petición a amigos, familia y compañeros de trabajo de corbatas que no quisieran. No recibí muchas por esa vía, así que el resto las compré en tiendas de segunda mano por un euro cada una. Así que al final salió cara, pero no tantísimo como pedían en el mercadillo y, al menos, me entretuve varias tardes en las que no me apetecía ni leer ni escribir.
No tenía mucho intrínguli: solo hay que unir las corbatas entre sí, y estas a la falda. Como no soy muy precisa cosiendo, disimulé los desvíos con una cinta cuyo sobrante aproveché de cinturón. El resultado fue el que veis en la foto, ¿os gusta?
Es lo de siempre... Necesito alrededor de tres consignas, cualquier palabra, que me daréis vosotros por comentario (por aquí, por twitter... lo mismo da). Podéis dar hasta dos por persona. Bueno, a veces admito tres. Haré uno con las tres primeras que se digan. Puede que más, si me encajan. Y si se diera el extraño caso de que hubiera muchas palabras, haría dos relatos cortos o más en vez de uno. Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio). A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.