La teoría es bien sencilla: hay que hacer ejercicio a diario. O, como poco, tres veces a la semana. Preferiblemente incluyendo ejercicios de cardio, tonificación y estiramientos. Ah, y sin olvidar calentar antes. Lo que nos lleva a una suma de treinta minutos diarios, o una hora u hora y media si lo hacemos tres veces por semana.
El problema llega a la hora de poner esto en práctica. ¿Quién tiene libre ese tiempo de manera habitual? Estoy hablando de que la mayoría de vosotras puede que trabaje, que tenga niños, que tenga una casa que mantener o una vida social y/o sentimental que mantener. Y hasta puede que todo a la vez.
¿Cómo organizarnos para poder hacer ejercicio para estar tan bien como queremos y conseguir nuestro reto #ProyectoFit2014? Te propongo varias ideas.
En primer lugar, mentalízate de todo lo bueno que hará el ejercicio por ti. Convéncete de que el tiempo que uses en realizarlo no es un tiempo perdido. Es beneficioso para tu salud (también la mental). Y te lo mereces. Que nadie te convenza de lo contrario.
Una vez convencida de ello, te será más fácil encontrar tiempo para hacerlo. Y no necesitas mucho, la verdad. Si leíste mi artículo sobre las rutinas HIIT, ya viste que con 20 minutos es suficiente para aumentar nuestra frecuencia cardíaca (es decir, estarás haciendo cardio) y para tonificar muchos músculos de nuestro cuerpo a la vez. ¿Y qué te supone levantarte 20 minutos antes tres veces a la semana? ¿O dejar de ver la tele veinte minutos? Ten en cuenta el finde también.
Si aún así necesitas robarle más minutos al día para tonificar ese cuerpecito, mira qué buenas ideas:
Haz sentadillas mientras te cepillas los dientes. Al principio te sentirás ¿rara? ¿friky? Pero ese trasero lo agradecerá. Si te cepillas los dientes durante unos cuatro minutos, puedes llegar a hacer 125 sentadillas. Y eso son muchas sentadillas…
Cuando cargues con las bolsas de la compra, repártelas equitativamente entre los dos brazos y dobla los codos 90º. Estarás tonificando tus bíceps. Si consigues hacer el movimiento completo (estirar y doblar los brazos) varias veces, mejor que mejor.
Contrae los glúteos mientras estás sentada en la oficina, el metro, el coche (si no estás conduciendo tú, claro). Contrae y relaja, y así durante diez minutos. Yo lo hacía cuando estaba en clase de filosofía en el instituto, y no sabes qué culito tuve para mi graduación. ;) Además, nadie notará lo que estás haciendo.
Ponte de puntillas cuando estés cocinando, contrayendo los glúteos y la parte interior de los muslos. Eso tonificará mucho tus piernas.
Cuando estés viendo la tele, haz abdominales o ejercicios de tríceps (ya sabes, apoyar las manos en el borde del asiento por detrás de tu espalda, estirar las piernas y bajar y subir). Sólo durante cinco minutos es suficiente.
Intenta llevar siempre los abdominales contraídos. Sobre todo al caminar, al limpiar en casa, al cocinar… No sabes lo bueno que es eso para tu vientre y también para tu espalda.
Ve caminando a paso ligero a todos sitios en la medida de lo posible. Y si vas corriendo, mejor.
¿Ves como en realidad no es tan difícil hacer algo de ejercicio cada día? Todo es cuestión de proponérselo. Y ya sabes que aquí estoy para animarte semana tras semana. Ah, y una última cosa: planifica en tu agenda semanal el tiempo que dedicarás a hacer ejercicio de la misma manera que planificas reuniones de trabajo, citas con el médico y quedadas con amigos. Te aseguro que funciona.
La próxima semana nos vemos con unas cuantas ideas y trucos para quemar grasa. ¡Te espero!
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