“Alimentación Saludable”. Qué expresión tan llena de buenas intenciones y resultados, pero tan difícil de llevar a la práctica a veces, ¿verdad? Pues con estos trucos te aseguro que te será –algo- más fácil de conseguir.
Ya conoces la teoría: comer mucha fruta y verdura, evitar las grasas malas y los dulces… Pero ¡cómo cuesta a veces aplicarla! Pues te voy a dar unos trucos y una serie de ideas motivadoras para que te resulte más fácil hacerlo.
En primer lugar, unas pautas básicas:
- Planifica tus menús semanales. La tarde del domingo dedica un ratito a pensar qué comerás la semana siguiente. De esta forma te será más fácil planificar platos saludables, y no comer lo primero que pilles.
- Llena tu nevera y despensa de productos sanos y evita en la medida de lo posible tener “tentaciones”. Si cada vez que abres el frigorífico las chocolatinas o embutidos te saludan, te los acabarás comiendo. Sin embargo, si tienes un bonito frutero lleno encima del mostrador, será más probable que te comas una rica manzana para merendar.
- Opta por las versiones magras / sin grasa / sin azúcares añadidos / integrales. Esto no quiere decir que esos productos tengan menos calorías, pero al menos cuidarás un poco lo que comes. Eso sí, a veces los productos light cambian algo malo por algo casi peor. Por ejemplo, a los productos a los que quitan el azúcar con frecuencia les añaden más grasas para darle más sabor. Por eso, procura leer bien las etiquetas de los productos que compras. Ah, y recuerda no comer más cantidad con la excusa de que son light. En el caso de la pasta, el arroz y demás el hecho de que sean integrales no hace que engorden más o menos, pero sí hace que tengan más fibra, lo cual es beneficioso para la salud y la línea.
En segundo lugar, vamos a tratar de evitar comer por aburrimiento. Porque, normalmente, cuando comemos por aburrimiento no es que vayamos a por una ramita de apio, ¿verdad? Si te da un “ataque de dulce” una tarde cuando sabes que no te toca merendar todavía, intenta hacer algo que te distraiga. Como esto:
Date un paseo // Píntate las uñas // Bebe agua o té (a veces simplemente tienes sed) // Mira una comedia // Reorganiza algo (el ordenador, tu habitación…) // No estés todo el rato abriendo y cerrando el frigo!! (eso sólo te hará caer en la tentación) // Date una ducha o un baño (ahhhh, relax) // Habla con un amigo // Pasea por un centro comercial (no tienes que comprar nada; y evita la zona de comida) // Medita.
Por último, recurramos a las consecuencias y contraprestaciones. Es muy interesante saber cuántos burpees tendríamos que hacer para quemar las calorías de ese delicioso (y traicionero) muffin. Ya sabéis aquello de “un minuto en tu boca, toda la vida en tus caderas”. Pues eso. A lo mejor así nos lo pensamos antes.
- Si te comes un donught glaseado (242 calorías) –> Compénsalo con 88 minutos de abdominales.
- Si te comes una hamburguesa con queso y unas patatas fritas (691 calorías) –> Compénsalo con 141 minutos de elíptica.
- Si te comes una pechuga de pollo frita (444 calorías) –> Compénsalo con 65 minutos de bici estática.
- Si te comes una porción de tarta de queso (710 calorías) –> Compénsalo con 148 minutos de paseo a ritmo rápido.
- Si te tomas un batido de leche o helado (242 calorías) –> Compénsalo con 72 minutos de saltar a la comba.
Vale, puede que estas equivalencias sean algo exageradas, pero sí que nos pueden hacer tomar conciencia de ciertas cosas que a veces comeríamos sin necesidad porque además no aportan nada.
¿Os cuesta mucho comer sano, o sois disciplinados? ¿Cuál es vuestra principal tentación?
Hablando de ejercicio, estamos terminando nuestro Plank Challenge, ¿cómo os sentís? ¿Notáis cambios? ¡La semana que viene empezamos otro!
Bonitadas
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