
Año 2011Duración 93 min.País Reino UnidoDirector James MarshGuión James MarshMúsica Dickon HinchliffeFotografía Michael SimmondsReparto DocumentaryProductora Red Box Films / Passion Pictures / BBC Films
Nim, cuando era un monito chiquitín

Nim pidiendo más fabada asturiana
En Estados Unidos en los años 70, un estudio trató de ver si enseñando a un chimpancé legnuaje de signos era capaz de comunicarse. El monete se llamaba Nim, y varias personas dan su testimonio en este documental sobre lo acontecido.Resulta curioso ver cómo un chimpancé educado desde pequeño entre humanos, enseñándole todas las rutinas de una persona, desde comer, a vestirse o relacionarse con otros puede llegar a socializar como una persona. Aunque más sorprendete es ver la adaptación de Nim y los logros que se consiguieron con él. Fue capaz de aprender un buen número de palabras e incluso comunicarse en cortas conversaciones con sus educadores. Y hasta desarrolló cierta inteligencia.
También refleja el documental los diversos tipos de ambientes en los que Nim fue criado, desde la chica hippie indolente sin ninguna disciplina, la joven que llegó a creerse su "madre", varios profesores cada uno con su personalidad, el director del proyecto, muy implicado en el mismo que también estaba muy implicado en contratar jóvenes universitarias de buen ver...

A Nim le gustaban los gaticos. De ahí salió "Gaticos y monetes"
Después de este documental, estoy más convencido que el ser humano es una especie dañina para el resto de criaturas que viven en el planeta, y no se conforma con ser la especie dominante, sino que intenta que las otras claudiquen ante él. No me gusta que se trate de inducir comportamientos humanos a monos, que en el fondo siguen teniendo su instito, y a la larga ese instinto prevalece y lo único que hace el hombre es tratar de controlarlo y someterlo.Quiero creer que este tipo de estudios fue fruto de los años 70 y de la afición a los cigarros de la risa y a la ingesta de lsd en abundancia y se les fue de las manos. Hasta llegaban a darle de fumar al pobre. La cosa acabó como el rosario de la aurora.
Desde aquí mi total repulsa al matrato animal.