Proyecto Rampage: Vuelve el cine de monstruos
Después de un incidente en la estación espacial, unos misteriosos fragmentos de una prueba científica llevada a cabo lejos de la Tierra caen en diferentes localizaciones de EEUU. Dwayne Johnson (Fast & Furious 8), un experto primatólogo que posee una gran amistad con George, un gorila albino, quiere descubrir por qué éste está creciendo de manera antinatural y mostrando una gran agresividad después de caer unos extraños artefactos del cielo la noche anterior. A su vez, a otros animales les ocurre lo mismo.
En el año 1986 la empresa Midway Games desarrolló el juego: Rampage para diferentes plataformas. Yo tuve la suerte de poder probar ese extraño videojuego gracias a un vecino de mi infancia, por lo que desde bien pequeño me fascinó, porque hasta entonces, lo poco que conocía del mundo del entretenimiento electrónico, no iba mucho más allá de un fontanero con gorra roja saltando encima de extrañas criaturas marrones y entrando por tuberías. Me costó asimilar que pudiera tener el control de un monstruo gigante y que el objetivo fuera golpear hasta derribar casas, rascacielos e incluso helicópteros.
El director Brad Peyton, que repite con The Rock como ya lo hiciera en San Andrés en 2015, nos trae una nueva apuesta por llevar a la gran pantalla un clásico de los videojuegos, aunque pudiera parecer complicado crear algo coherente con un argumento de base tan simple, el guión resulta fresco y muy entretenido, además consigue darle un sentido a todo el caos que vamos a degustar de menos de estas bestias gigantes.
Narrada con buen ritmo, y unos efectos especiales muy acordes a los tiempos que corren, nos sumergimos en la historia entre Davis Okoye y George. Los animales gigantes, con variaciones y mezclas genéticas siembran el pánico en la cuidad de Chicago cuando, la maligna empresa que lleva a cabo el misterioso Proyecto Rampage, idean un plan para atraerlos y así poder recuperar su experimento. Naomie Harris (Moonlight), acompaña a Johnson en el hábitat que más cómodo se encuentra, aunque como nos tiene acostumbrados en ocasiones, algo más sentimental de lo que su físico pueda aparentar, no es un actor que vaya a pasar a la historia en Hollywood por sus interpretaciones, pero cumple, y nos da lo que queremos. Tampoco nos vamos a quejar. Dicho esto, cabe destacar el papel de la actriz sueco-canadiense, Malin Åkerman (Billions), que demuestra que sabe llevar a su personaje hasta donde es necesario. Otro aporte extra, es la aparición de Jeffrey Dean Morgan (The Walking Dead) que con poco, cierra el círculo. Un Blockbuster primaveral que muestra exactamente lo que imaginas que vas a ver, acción y la destrucción de la cuidad, que, quizá se queda algo escueta para lo que podría haber sido, igualmente, siempre evoca ese lejano recuerdo de cuando teníamos aquel mando de Nintendo en nuestras manos.
Aunque pueda partir de una premisa que nos lleva a pensar que podría ser un producto para un público adulto, se toman ciertas precauciones para que pueda mantener una calificación razonable y que permita así, que no sólo los mayores puedan acudir a verla. Y es quizá el error que lleva arrastrando la industria cinematográfica hollywoodiense en estos años, y es querer mostrar más de lo que les permiten las productoras. Siempre te quedas con esa espina de que podrías haber visto algo más impactante con algo que parte de una base violenta y que, por miedo al rechazo del público y la calificación por edades norteamericana, optan por descartar dejando una cinta más descafeinada de lo que debería, pero no por ello menos divertida. A fin de cuentas, ¿a quién no le gusta una película de monstruos zurrándose?
Lo mejor: Las escenas de destrucción y los easter eggs.
Lo peor: Se podría haber sacado más jugo a la película.
Puntuación: 6/10Propiedad de ElAltramuz.com