Buenos días a todos aquellos que después de idas y venidas del blog seguís queriéndonos un poquito, lo suficiente para estar leyéndonos ahora mismito.
Han pasado ya unas semanas desde que inauguramos nuestra Slow HomeOffice, pero la resaca nos ha durado tanto que hasta ahora no habíamos tenido lo que hay que tener (allá cada cual que imagine lo que quiera) para hablaros del backstage de nuestro proyecto más personal (siempre hemos querido decir esa frase, es como muy de divas sin ser nosotras nada de eso ¿no?)
Como sabéis somos una empresa joven, tres chicas que un día se pusieron de acuerdo en que el mundo del diseño tal y como lo conocíamos estaba obsoleto y que queríamos, debíamos hacer algo (vamos, que no nos imaginamos con nuestra capa de super-heroínas salvando al mundo de lo feo y poco funcional). En estos casi tres años, la lucha no ha sido fácil, pero hemos conseguido mantenernos a flote y si nos permitís la osadía, hasta nadar con estilo. En este tiempo hemos conseguido una bandera, un himno, una tripulación, hasta mascota si nos apuras (que habréis visto en nuestro IG), pero nos faltaba la embarcación. Desde fuera quizá pueda parecer una tontería, pero para nosotras este paso era muy importante.
Y después de estos comienzos sensibleros y metafóricos pero necesarios para entender lo que viene después vamos a lo que vamos.
¿Por qué Montera 34 6-6?
Pues ahí estábamos allá por el mes de marzo, buscando oficina cuando entramos en aquel espacio y lo supimos (vamos, como las novias con su vestido). No era muy grande, era irregular y otras muchas cosas que lo hacían perfectamente imperfecto pero tenía tres puntos que son difíciles de conseguir; paz en el centro de Madrid, tanta luz que parece que estás en un sueño y una terraza al sur inundada del azul del cielo.
¿Por qué una Slow Homeoffice?
Porque si en nuestra casa es donde más a gusto estamos ¿por qué no hacer que tengamos esa misma sensación en el trabajo? ¿Eso no haría que mejore nuestra nuestro bienestar y con ello nuestra productividad?
¿Por qué Ikea, Bruguer y Tarkett?
Porque encajaban perfectamente en el concepto y decidieron confiar y apostar por nosotras y la Slow Homeoffice. Y desde aquí queremos una vez más agradecerles su confianza y su ayuda y contaros por qué encajan así de bien con este concepto.
Está más que demostrado que el mobiliario de IKEA brinda un montón de oportunidades para crear espacios únicos. Versátil y adaptable, solo hay que saber jugar con un poquito de imaginación para salir de lo típico. Además su buen diseño a buen precio hace que sea más asequible para pequeñas empresas que el mobiliario contract. A veces escuchamos decir a nuestros conocidos que no quieren mobiliario de Ikea porque creen que al ser económico no es bueno, y siempre les contestamos que tienen líneas para todos los gustos y que hay algunos productos que más quisieran tener otras marcas de élite. Otra cosa que escuchamos es que todas las casas con muebles de Ikea son iguales y ahí sí que no pueden estar más lejos de la realidad. Son iguales si te copias la página 23 del catálogo pero si sabes combinar, hackear y aportar tu toque personal (o buscas a un profesional que te ayude a hacerlo) su infinidad de productos te permite crear sin límites. Para muestra un botón y nuestra Slow Homeoffice ;)
¿Y qué hay de Bruguer? Ellos han puesto el color a la slow HomeOffice, con su gran variedad de productos pintamos paredes, rodapiés, sillas metálicas, corchos, DM… ¿Habéis visto su app visualizer? Súper útil cuando tienes dudas sobre qué color elegir.
Otra cosa que suele asustar a nuestros clientes es oírnos hablar de suelos vinílicos porque piensan en el sintasol de antaño (nosotras también saldríamos corriendo) pero todo cambia cuando les enseñamos un suelo de Tarkett. Como el de nuestra oficina, autoportante de fácil instalación y que se pone sobre el suelo exitente y ocupa muy poco.
¿Por qué elegir una Slow HomeOffice?
Porque queríamos sentirnos en el trabajo como en casa y para ello definimos los siguientes conceptos que, para nosotras, son con los que debe contar una oficina para convertirse en una HomeOffice. Os contamos cómo están aplicados en nuestro living lab:
CALIDEZ
- Buscábamos: Que el espacio sea acogedor, que den ganas de estar en él haciendo las horas de trabajo más llevaderas. Un espacio cercano, que rompa barreras, que favorezca la comunicación tú a tú en el que los clientes se sientan más en una reunión de amigos en los que pueden confiar y con los que compartir dudas e inquietudes que en un interrogatorio.
- Lo conseguimos: con la iluminación; general, ambiental y de trabajo, el uso de los materiales como la madera, con detalles personales, fotos, nuestras mantitas para el inverno…
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
IDENTIDAD
- Buscábamos: el espacio más emmme de todos, que reflejara nuestra marca, que trasmitiera nuestros valores, nuestro know-how. Fácilmente identificable y que hiciera entender a cualquier nueva persona que entrase allí lo que podíamos hacer juntos.
- Lo conseguimos: usando el 'color verano' (así llamamos al verde aguamarina de nuestra marca) para los detalles, las líneas en negro, los dibujos a mano y nuestra tipografía, y la luminosidad siempre tan importante en nuestros proyectos.
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
DESCANSO
- Buscábamos: poder desconectar unos minutos para volver a conectar con más fuerza. Más horas sentadas frente al ordenador no se traduce necesariamente en mayor productividad por lo que era necesario un sitio para coger aire, cambiar de ambiente y si era necesario hasta echarse una siesta.
- Lo conseguimos: creando una terraza que se convierte en un oasis de tranquilidad, un sitio donde mirar al horizonte y ver las cosas con otra perspectiva. Destinando un sitio propiamente para comer y la sobremesa, para dejar de hacerlo frente al ordenador enfrascadas cada una en su mundo y compartir momentos que favorecen nuestra relación personal.
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
VERSATILIDAD
- Buscábamos: cubrir muchas necesidades en un espacio reducido, el sino de nuestros días.
- Lo conseguimos: identificando esas necesidades y viendo aquellas que eran compatibles en el mismo espacio. Por ejemplo: el sitio para comer podía ser el mismo en el que tener reuniones con los clientes; eligiendo mobiliario versátil, como las mesas de trabajo: son encimeras de cocina sobre caballetes que podemos retirar en el caso de que necesitemos espacio libre, la mesa de la terraza es un banco que podemos usar si viene gente para talleres…
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
VIDA
- Buscábamos: que el espacio fuera vivible, ya que nos pasamos gran parte del día trabajando sin darnos cuenta que ello es la vida y si es así, tendremos que disfrutarlo. Respirar un aire un poco más limpio y estar en contacto con la naturaleza que tanto nos gusta.
-Lo conseguimos: usando las plantas, creando un entorno natural y amigable, que invite a pasar buenos ratos. Una oficina donde se trabaja mucho, pero también donde se comparte, nos visitan, nos reímos mucho. En definitiva, vivimos mucho.
Foto: Nacho Pérez para Decoratrix
Y ahora, dinos que prefieres ¿vivir tu oficina o que tu oficina te robe tu vida?
SLOW HOMEOFFICE
Y ya sabes, si no es de emmme studio, no son las auténticas ;)
Feliz día y feliz semana!