Crónicas de Vestuario. –“Prueba de líderes”Otro equipo que llega de líder y otro conjunto que lo pierde tras enfrentarse al Real Oviedo en el Tartiere. Como en la legendaria canción de Radio Futura “Han caído los dos”. Pero lo han hecho de formas bien distintas: mostrando sus miserias el Guijuelo (en especial su entrenador, Fernando Estévez) y destapando esencias de un equipo sólido el Logroñés. La tercera eliminatoria de la Copa del Rey va a poner a los azules frente a otro líder, en este caso del Grupo IV, el UCAM Murcia. En toda esta especie de castings de líderes las conclusiones no pueden ser mejores, el equipo azul se encuentra en disposición de afrontar los desafíos que se plantean para esta temporada. Cabe añadir que, además de los escollos que han supuesto enfrentarse a los actuales gallitos de la categoría, el cuadro que dirige Sergio Egea se está enfrentando a una plaga de lesiones que no ha mermado el potencial del equipo. Esta vez le tocó a Nacho López, estilete destacado en la banda derecha.Decía el escritor británico James Allen que la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado y bien puede el Real Oviedo sentirse reforzado por una victoria como la conseguida ante los discípulos del campechano Carlos Pouso. A diferencia de su colega del Guijuelo, el entrenador del Logroñés no se dedicó a las excusas ni a los paños calientes. Fue un partido duro, con gran exigencia táctica y física, donde los dos conjuntos pusieron en práctica sus mejores armas. El tránsito ofensivo letal del conjunto azul con un infatigable Linares en estado de gracia fue el que acabó decidiendo. Eso sí, la cuenta pudo haberse incrementado más aún, pero, en esta ocasión, el tremendo esfuerzo físico y mental para derribar la astuta telaraña riojana con cinco sacrificados centrocampistas tratando de ahogar la creación azul pudo influir en esa pegada final. Como anécdota debería quedar el mutis de los jugadores rojiblancos tras el sensacional pase en profundidad de Sergio García a Linares. Si con su compañero en el suelo ellos decidieron continuar la jugada, absurdo sería pretender que los azules no hicieran lo mismo que los riojanos: seguir el juego. Apenas ha empezado la temporada y ya estamos viendo jugadores rivales que caen fulminados para, una vez detenido el encuentro, levantarse como un resorte. O esos que se tiran al suelo rodando escandalosamente mientras miran por el rabillo del ojo al árbitro para ver si muestra tarjeta… En el fútbol inglés a todos estos listillos les espera el abucheo constante de la grada cada vez que tocan el balón. No sería malo que esta costumbre se extendiera al fútbol español para eliminar tanta sucia picaresca.Abierta la lata, el Logroñés se encontró perdido con el nuevo escenario. Adelantó a dos centrocampistas a la media punta y dejó muchos más huecos para que los ovetenses se dieran un atracón de oportunidades, lamentablemente no transformadas. La sensación que nos queda después de estas pruebas de líder es que estamos ante un proyecto serio al que cabe acoger con toda la ilusión y esperanza.
MANOLO D. ABADFotos: JOSÉ LUIS G. FIERROSPublicado en la edición papel del diario "El Comercio" el lunes 6 de octubre de 2014