Revista Salud y Bienestar
Fabricada
a base de proteínas que estimulan el sistema inmunológico de forma
análoga a como lo haría el virus, pero que no ponen al paciente en
riesgo de infección, dado que no contienen el material genético del
chikungunya. La primera fase de las pruebas, dirigidas por
investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades
Infecciosas de Estados Unidos, ha superado con éxito los ensayos
clínicos iniciales, según publica en su último número la revista
científica "The Lancet". Los voluntarios recibieron tres
dosis durante un periodo de 20 semanas en el que los investigadores
midieron con regularidad los niveles de anticuerpos en su torrente
sanguíneo. En la mayoría de los pacientes se registró una
respuesta inmune en forma de anticuerpos neutralizantes desde la
primera vacunación. Once meses después de la vacunación, el nivel
de anticuerpos era similar a aquellos que se observan en personas que
se han recuperado de forma natural tras sufrir una infección por
chikungunya, los resultados sugieren que la vacuna podría
proporcionar protección a largo plazo contra el virus. Además, la
producción de la vacuna debería resultar relativamente económica
en grandes cantidades, dado que no se elabora con virus vivos y por
lo tanto no necesita las mismas medidas de confinamiento que otras
vacunas más costosas.