Revista Remedios

Pruebas de diagnóstico para Colon Irritable

Por David Irritado

Si estás en un proceso de diagnóstico de colon irritable, es posible que ya te hayas hecho alguna de las siguientes pruebas. En general, como has leído en otros contenidos míos, el colon irritable es una patología que se diagnostica por descarte.

Los especialistas van a tratar de descartar otras enfermedades graves, o sin ser graves, otras infecciones que pueden causar síntomas con tratamientos conocidos.

Una vez no han localizado algo concreto, es cuando el diagnóstico puede apuntar a colon irritable. Como el SII es algo que puede tener diferentes causas, algunas todavía no conocidas o no suficientemente estudiadas, en el mejor de los casos pueden dar con una idea próxima de la causa y tratar tu caso en la forma más eficaz posible.

Las pruebas que menciono son las más habituales, no están ordenadas de ningún modo, y puedes ver para qué sirven y cómo pueden ayudar en tu diagnóstico.

En cualquier caso, tu doctora o doctor van a decidir qué es conveniente según la información que dispongan.

Colonoscopia

La colonoscopia consiste en la introducción de un pequeño tubo con cámara, desde el ano y haciendo un recorrido por el colon, para comprobar posibles lesiones o indicios que apunten a enfermedades como colitis, enfermedad de Crohn o incluso cáncer.

Es muy probable que tengas que hacer esta prueba para un diagnóstico de colon irritable, pero no te preocupes porque es una prueba sencilla en que no vas a sentir nada. En España, actualmente, se realiza ligeramente sedado y no te enteras.

Esta prueba sirve para descartar enfermedades más graves.

Test de helycobacter pylori

El helycobacter pylori es una bacteria que infecta el aparato digestivo y lo coloniza, desarrollando gastritis crónica en algunos pacientes y también, se sospecha, podría ser origen de dispepsias funcionales.

Muchas personas infectadas también pueden desarrollar úlcera gastroduodenal.

El test del aliento para detectar H. Pylori consiste en soplar un par de veces sobre una bolsa. Antes te dan una pastilla que contiene una sustancia con la que reacciona el H. Pylori (en caso de estar en el organismo). Al reaccionar, si ha colonizado, entonces libera otra sustancia (C13) que el dispositivo de la prueba es capaz de detectar.

En realidad, el dispositivo mide la diferencia de C13 entre el momento anterior a la prueba y después de ingerir la pastilla. A partir de un umbral determinado de diferencia la máquina está programada para dar positivo en esta prueba. Este resultado se obtiene prácticamente de inmediato.

Esta prueba sirve para descartar que tus síntomas sean provocados por esta infección frecuente.

Análisis de sangre

Un análisis de sangre general suele ser solicitado por los especialistas para evaluar el estado de salud del paciente así como algunos marcadores que pueden apuntar a enfermedades que afectan al funcionamiento normal del aparato digestivo.

En mi caso, he realizado varios análisis de sangre donde me han incluido también algunos marcadores concretos, como el de la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG).

La PCR es un marcador que se relaciona con la enfermedad de Crohn. Por otro lado, una VSG alta puede estar relacionada con enfermedades inflamatorias intestinales. Estos marcadores, en cualquier caso, deben ser valorados por el especialista junto a toda la información disponible.

Prueba de celiaquía

La enfermedad celíaca es una afección autoinmune que daña al revestimiento del intestino delgado. Este daño es causado por una reacción específica al ingerir gluten.

Estas son las dos pruebas más usadas para detectar celiaquía:

  • Prueba genética. El estudio de predisposición genética, a través de una muestra de sangre, es una prueba no-invasiva que sirve para valorar señales genéticas que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Algunos especialistas digestivos puede usar esto si tienen sospechas de celiaquía, antes de pasar a la biopsia intestinal.
  • Biopsia intestinal. En esta prueba se extrae una pequeña porción de la capa más superficial del intestino para alteraciones en la forma y en las células. Es una prueba invasiva pero no tienes por qué preocuparte, ya que se realiza con sedación.

Estas pruebas sirven para descartar que los síntomas sean provocados por la enfermedad celíaca.

Prueba de heces

Esta prueba consiste en una valoración de una muestra de heces en laboratorio. Los análisis de heces pueden ser útiles para detectar parásitos, infecciones o restos de sangre en las heces para identificar ciertas enfermedades intestinales que causan síntomas digestivos.

Enema opaco (enema de bario)

Esta prueba consiste en una radiografía del recto y el colon, una vez introducido un enema con contraste de bario, con el fin de detectar úlceras, tumores benignos, enfermedades inflamatorias o colitis ulcerativa, por ejemplo. También, en niños, puede ayudar a identificar un bloqueo del intestino grueso.

Es una prueba indolora y que no tiene inconvenientes, salvo la preparación el día de antes. El intestino debe estar completamente vacío para la radiografía y eso supone un proceso de limpiado previo con laxantes.

Test de intolerancia a la lactosa

Bien, esta es una prueba muy común y puede ayudar a descartar o confirmar esta intolerancia, que es causante de síntomas similares a los del colon irritable.

Es un test sencillo de aliento, que dura unas 3h, y que consiste en ingerir lactosa e ir midiendo como provoca variaciones en el hidrógeno espirado.

Test de lactulosa (SIBO)

La lactulosa es un azúcar sintético que las bacterias de nuestro intestino digieren a través de enzimas. Después de digerir la lactulosa, las bacterias producen gas como resultado (hidrógeno o metano). Si hay un sobrecrecimiento esto se verá reflejado en los niveles de hidrógeno y metano.

Los especialistas pueden observar los resultados del nivel de gases durante todo el período de la prueba (unas 3h) e interpretar en qué tramos intestino se está produciendo el sobrecrecimiento.

La ventaja de esta prueba es que puede detectar sobrecrecimiento en la zona más distal del tracto intestinal (último tramo), que es el caso más común. La desventaja es que no es tan preciso como el test de glucosa.

Test de glucosa (SIBO)

La glucosa es absorbida por las bacterias en el primer tramo del tracto intestinal (tramo superior), de tal forma que si se produce exceso de gases en esta prueba significaría que se está produciendo el sobrecrecimiento en esa parte.

Este test es muy preciso para diagnosticar sobrecrecimiento bacteriano en la zona alta del aparato digestivo. La desventaja es que no puede detectar sobrecrecimiento en el último tramo. Tú médico decidirá qué prueba es la adecuada según la información que disponga sobre tu caso.

Anti vinculina y anticuerpos CDT B

Esta prueba de sangre trata de identificar niveles altos de anticuerpos relacionados con casos de diarrea (SII-D) y casos mixtos (SII-M). Una nivel alto (positivo) en la prueba sirve para respaldar una diagnóstico de SII-D o SII-M, causado por gastroenteritis reciente o pasada hace mucho tiempo.

En cambio, una prueba negativa no descarta necesariamente el diagnóstico de colon irritable. Si tu resultado es negativo, todavía podrías tener colon irritable, pero es poco probable que sea de naturaleza post-infecciosa.

Test de microbiota intestinal

Los test de microbioma intestinal analizan la cantidad de diferentes tipos de microorganismos existentes en nuestro intestino, con el fin de identificar anomalías que pueden causar síntomas. Lo hacen a través de una muestra de heces.

Yo he realizado este tipo de pruebas comprándolas directamente a laboratorios. Algunos laboratorios venden estos test y ponen incluso a disposición sus nutricionistas para ayudarte a interpretar los resultados. Pero honestamente, no he visto ningún médico que las haya tomado en cuenta cuando las he entregado.

Muchos científicos dudan de la utilidad de estas pruebas. Hay diferentes propuestas de diferente nivel de análisis que ofrecen varios laboratorios, pero el problema en general es que no existe información suficiente hoy en día para interpretar el microbioma humano y cómo los desbalances afectan concretamente a diferentes patologías. Es un terreno muy interesante que traerá probablemente soluciones en el futuro.

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