P.s.c. r.i.p.

Recientemente se ha celebrado el solemne funeral del Partido Socialista de Catalunya P.S.C. oficiado por Javier Fernández, presidente de la comisión gestora del PSOE (marca blanca del PP) y Miguel Iceta, enterrador del PSC.

En el funeral se especificó que el difunto PSC solo puede tomar decisiones de tipo local, pero cualquier asunto que afecte a toda España el PSC seguirá las instrucciones que le manden desde la sede del PSOE en la calle Ferraz en Madrid.

El primer ejemplo de estas funerarias condiciones ya se ha dado cuando esta semana en el Parlamento el PSC ha votado junto al PSOE, el PP y C’ contra la propuesta de ERC de anulación del fallo que condenó a muerte a Companys y la reparación de su imagen, a pesar que cada año, en una demostración de absoluta hipocresía, asisten a la ofrenda floral que se celebra el 15 de octubre en conmemoración de su asesinato en 1940.

Se me ocurren dos comentarios sobre este suicidio. El primero es que el PSC actual nació en 1978 por la fusión de tres partidos PSC-Congrés, PSC-Reagrupament y la federación Catalana del PSOE, es decir dos partidos socialistas catalanes de los que el Reagrupament había sido organizado en los años 40 en la clandestinidad y era el más numeroso, que fueron por mucho los que aportaron la mayor número de votantes, y el PSOE que podría decirse que en Catalunya eran cuatro gatos. El PSC así constituido jugo un importante papel en la política catalana y española en los primeros años cuando todavía nos creíamos que la transición nos llevaría a la democracia, y el funeral de esta semana es solo una demostración más que los neofranquistas de PP y PSOE apoyados por C’ están retornando paso a paso a otro tipo de dictadura mientras hablan de democracia y libertad y acusan de fascista a quien entorpezca su labor.

El segundo comentario es que estos son los que se han roto la boca diciendo que el estado federal solucionaría el problema catalán, pero me temo que su idea de lo que es una federación no se parecería en nada a la República Federal Alemana sino que tendría tanto de federal como el Estado del Imperio de Isabel la Católica.