Revista Filosofía

Pseudonecesidades

Por David Porcel

   Era un vendedor de píldoras perfeccionadas que quitan la sed. Se toma una por semana y ya no se sienten ganas de beber.    - ¿Por qué vendes eso? -preguntó el principito.  - Porque con esto se economiza mucho tiempo. Según el cálculo hecho por los expertos, se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.  - ¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?   - Lo que cada uno quiere...
  Si yo dispusiera de cincuenta y tres minutos -pensó el principito- iría poco a poco hacia una fuente...
El pequeño príncipe, Saint-Exupéry

Volver a la Portada de Logo Paperblog