Que la salud física, mental y emocional es lo primero y que sin ella nada importa, es algo que sabemos todos. Pero a pesar de esto, las distracciones y demandas de cada día nos van empujando a olvidar lo que es más importante y de a poco vamos abandonando nuestro cuerpo y nuestra mente hasta que un día nos pasa factura.
Las propuestas de cambio de hábitos: “dejo de fumar”, “adelgazo”, ” me apunto al gimnasio”….la mayoría de las veces solo quedarán en eso, en una manifestación de un deseo que tiene que ver con la percepción inconsciente de que “algo tenemos que hacer con ese hábito que nos trae problemas” pero que requiere de un trabajo de motivación y control interno del que muchas veces carecemos. Ni que hablar si lo que queremos hacer es un giro de 180º en nuestro estilo de vida, nuestras relaciones personales o nuestro trabajo.
El estrés, la falta de tiempo y los contextos personales y sociales son sólo algunas de las razones más comunes que da alguien cuando explica por qué no puede hacer cambios en su estilo de vida.
Querías cambiar pero no pudiste. ¿Qué pasó?
Lo que pasó fue que no apoyaste el pensamiento, la idea de cambiar, con nuevas conductas, otras rutinas, otros marcos mentales. En el ámbito de los recursos humanos se habla hace un tiempo de los entornos VUCA. :
Esta matriz que gestiona soluciones en el ámbito de la toma de decisiones en las organizaciones; aporta un modelo que es posible extrapolar a los procesos de cambio en la esfera personal. Se trata de entender que un hábito y la explicación de por qué lo mantenemos suele tener un anclaje en profundas creencias arraigadas en el miedo a lo desconocido, a la incertidumbre del “Qué pasaría sí”, y eso es aplicable tanto a situaciones de lo cotidiano como dejar de fumar, hasta cuestiones de fondo como mudarnos de país o de la capital a la periferia, o dejar de trabajar en relación de dependencia para montar nuestro propio negocio o -más fácil- seguir en lo mismo pero cambiar de trabajo. Estamos entrenados para leer cualquier cambio como incierto, complejo, ambiguo y poco seguro. Los pasos para modificar esto serían :
- Examinar el contexto de volatilidad percibido referente a “no sé cómo funcionará” ” No encuentro donde hay gente que está en mi misma situación”, ” No me imagino quién puede ayudarme a ponerme en marcha” y contraponer a estos NO, una visualización de futuro en el mejor contexto deseado.
- Aceptar la incertidumbre pero trabajando en desmontarla explorando nuevas fuentes de información sobre el tema que nos preocupa.
- Ser claro, simple y directo en la verbalización de nuestros objetivos a corto y mediano plazo.
- Entender la ambigüedad como un ataque a nuestra planificación estratégica, dinamitando el “ni sí,ni no, sino todo lo contrario”, el clásico “Sí pero” origen de todas las procastinaciones.
Funcionamos la mayor parte de tiempo por inercia, nos cuesta salir de nuestra zona de confort y no nos gustan los cambios. Por eso una cosa es decir que queremos dejar este trabajo que nos hace infelices, o vamos a comer mejor o utilizar de otra manera nuestro tiempo libre para sentir que crecemos como personas y otra es hacerlo efectivamente. El secreto está en unir ese pensamiento a otros pensamientos asociados a imágenes que reflejen nuestro objetivo.
Todos los hábitos y todas las creencias son pasibles de ser cambiados, porque han sido adquiridos, no son heredados. Si hoy no estás contento con quien eres o como te ves, enhorabuena, puedes cambiar. Sólo necesitas tener un objetivo, tener claro que quieres cambiar y empezar a modificar las rutinas que te hacen más daño que favor. Si querés cambiar tu cuerpo, debes cambiar tu mente. Y cuando lo hagas, lo hará toda tu vida.
Buscando sistematizar estos procesos de cambio, puede que ayuden estos 6 pasos para cambiar rutinas tanto en la esfera de lo mental (qué y cómo piensas) como en la conductual (qué haces) pero también en la emocional (qué sientes):
- DEFINE TUS OBJETIVOS
Arma un panel mental con imágenes que te inspiren. Puede ser unas vacaciones que desees, un deporte que demande que tengas buen estado físico o una persona en particular que admires. Por ejemplo: si debes por razones de salud o por imagen personal bajar o subir de peso, consulta con un profesional cuál sería ese peso “ideal” y dale entidad en forma de una imagen de alguien que se acerque a ese objetivo procurando evadirte de estereotipos o fotos tipo Instagram . Se trata de encontrar un motivador que además deberá ser constante .
2. FIJATE UNA META
Y cuando la logres, sube el desafío. Es muy importante que sepas exactamente qué quieres lograr y en cuanto tiempo. “Tengo que mejorar mi estado físico” no te llevará a ningún lado. “Tengo que bajar el sobrepeso que tengo según mi médico y hacer una rutina de 45´de ejercicios tres veces a la semana es un objetivo claro, lo siguiente es pactar las etapas en metas alcanzables: cuantos kilos por mes?, qué rutina?, empezando cuando?. El cambio a de ser fácil en cada etapa, gradual y flexible.
3. DA UNA VUELTA A TU VIDA
Crea un poco de cáos, cambia tus horarios, ve más temprano al trabajo, lee información nueva y veraz sobre ese país al que quieres mudarte o sobre los riesgos y oportunidades del free lance. Rompe con las rutinas físicas y mentales pero hazlo por convicción propia, si no te convences tú no habrá nadie que te inspire. Los gurúes no existen, las soluciones mágicas son un espejismo, las dicotomías son empobrecedoras : carnivoros vs veganos; teletrabajo vs horario de oficina; runners vs sedentarios; rentabilidad vs sustentabilidad. El blanco O negro murió y los están velando.
4. ENAMORATE DE LA CALIDAD DE VIDA
Esto es muy importante. Si la incertidumbre por el futuro y el miedo al cambio te hacen rehén de atracones de Netflix , dosifica ese momento o aprovéchalo para hacer ejercicio o salir a hacer fotos. Y trata de que sea placentero. Camina con tu música favorita, contacta con alguien que te guste. Sustituye los malos hábitos por buenos y hazlo de a uno por vez.-
5. APRENDE A IDENTIFICAR LAS EXCUSAS
Las personas que logran consolidar los cambios que necesitan en su vida no son distintas a tí salvo quizás en un aspecto : BUSCAN el tiempo para ellos mismos. Existen muchísimos “20 minutos en el día”que puedes utilizar para consolidar una rutina. Recuerda que el límite entre la disciplina y el hábito es a menudo difícil de distinguir, pero esa es precisamente esa diferencia que es necesario tener siempre presente. El hábito es inconsciente y no implica poner en juego la inteligencia mientras que la disciplina es voluntaria y orientada al logro de nuestros objetivos; se trata de ser disciplinado hasta lograr consolidar el hábito.-
6. DECIDE Y ACTÚA
No digas “el lunes empiezo” “aquí es imposible hacerlo” “no tengo”, “no sé”, “no puedo”. Empieza ahora, con lo que tienes si estás convencido que es lo que quieres, Sólo desear el cambio no te llevará a ninguna parte. Es tu responsabilidad tomar la decisión y ponerte en marcha.
Fuente: http://www.habitosvitales.com/2014/09/08/7-acciones-para-crear-nuevos-habitos-y-tener-un-mejor-estado-fisico/
https://www.psychologytoday.com/intl/blog/renaissance-woman/201607/how-change-unhealthy-habits
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