Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookAyer por casualidad, a raíz de leer un artículo sobre un niño con altas capacidades, descubrí un blog muy interesante en el que un señor cuenta sus experiencias como superdotado.
Me resulta interesante leer la historia de su vida contada desde su posición, claramente superior con respecto al resto de la humanidad. Así se ve él: Diferente, superior, inteligente, inadaptado, brillante, fracasado y ganador. Así lo percibí yo tras leer gran parte de su blog.
Un punto importante del que a veces nos olvidamos, es el de las habilidades sociales y la educación emocional. ¿En qué nos convertimos las personas, sin saber reconocer y comprender nuestras emociones y por extensión las de las personas que nos rodean? Esa es la lectura que saco de este blog. La flexibilidad es un don. Saber adaptarse a distintos ambientes, favorece nuestro aprendizaje. No se trata de no tener una visión concreta y un plan organizado, de vagar y adoptar la opinión de quien te rodea. Nunca sabes de quién puedes aprender. Hasta la persona aparentemente más simple, tiene algo que nosotros no tenemos.