¿Cómo se escribe correctamente? ¿Psicología o sicología? Seguramente la mayoría pensarán que la primera acepción es la válida. Muchos incluso argumentarán que esto es así porque la “ciencia que estudia los procesos mentales en personas y en animales” (tal y como lo define el diccionario de la RAE) se escribe con “p“, ya que proviene de la raíz griega “psykhé” (interpretado como psique, alma, actividad mental).
Sin embargo esto no es así. Aunque desde su orígen, el término válido fue psicología con “p“, hace ya un tiempo los miembros de la Real Academia de la Lengua Española revisaron este término e introdujeron algunos cambios, ya que «la verdad es que en castellano el sonido inicial ps es bastante violento, y por eso lo corriente, tanto en España como en América, es pronunciar simplemente sicología. Por otra parte, nuestro idioma, diferenciándose del francés o del inglés, no se preocupa mayormente por conservar la ortografía etimológica; prefiere la ortografía fonética y tiende por lo mismo a escribir como se pronuncia» (fuente: Humberto Toscano, en Hablemos del lenguaje, 1965).
Símbolo universal de la Psicología o Sicología. Fuente de la imagen: Wikipedia.
Así pues, tal y como dice la RAE actualmente se aceptan ambos términos, psicología y sicología, ambos para definir la misma profesión. Nótese además que esto es aplicable a todas las palabras de la familia y a las que comparte la raíz “psico” (psicólogos, sicólogas, siquiatras, etc.)
No obstante hay que decir que la inmensa mayoría de psicólogos y de personal relacionado con el sector defienden que siga usándose el término clásico con “p”, ya que consideran fundamental respetar la raíz “psique” que es la que da sentido a la palabra. Algunos de ellos dicen, además, que si nos atenemos a la raíz, el término sicología no haría sino referirse literalmente (en un sentido etimológico) al “estudio de los higos” (“sŷkon” – higo, y “logía” – estudio, ciencia).
Ya vemos que aunque se pronuncien de igual manera, estos dos términos crean algo de confusión en su ortografía y también confrontación entre algunos.
Al menos, ya sabemos con certeza que ambos son estricatemente correctos y válidos.