Escribe una carta a tu miedo es el tema y el formato que propuso Patri a través de su web Psicuriosa para poder ganar un ejemplar de su guía para mejorar la autoestima Quiérete bien.
Me decidí a participar y unos días después recibía el correo en el que se me hacía saber que había sido la ganadora con mi escrito.
Os cuento un poquito el contacto entre Psicuriosa y Tablaturas de mis pasos.
Cuando estaba viviendo en un pueblecito de París, Patricia y yo entramos en contacto a través de Instagram. Yo soy anti nuevas amistades en las redes y, la verdad, que me resulta muy curioso haber establecido algún que otro vínculo online. Supongo que aquí entra muy bien el dicho de no escupas pa arriba. Pero esta vez con un resultado muy positivo.
Al llevar ya varios años siguiéndonos, he visto cómo Patricia se estuvo sacando el carrerón de Psicología, cómo hizo sus prácticas y cómo le está dando ahora caña al máster. Todo ello combinado con una actividad en redes llena de contenido de calidad en su materia: la psicología.
Quienes te seguimos estamos viendo cómo tu constancia y tu sacrificio diarios están haciendo de ti una profesional de los pies a la cabeza. Así que sigue así, con todas las rectificaciones que tengas que hacer, porque es el buen camino. El camino de la constancia, la autoevaluación y el buscar las maneras de poder seguir avanzando.
Respecto al texto que escribí para participar en el concurso propuesto por Psicuriosa, pues qué decir. Que me da bastante vergüenza. El blog y las redes las tengo enfocadas a los lugares que he conocido y, si bien es cierto que alguna vez puedo poner alguna reflexión personal, nunca me he atrevido a mostrar este otro tipo de escritos que ando creando sin pantallas de por medio. Muchas veces son demasiado íntimos y es una forma de expresar lo que llevo dentro. Obviamente hay algunos que son un desastre y otros que son medianamente curiosos, con todo, el haber participado en este concurso ha sido una experiencia a la hora de mostrar públicamente la otra cara de mis textos.
Si queréis acceder al escrito, lo tenéis en el blog de Psicuriosa pinchando aquí y también os dejo más abajo esa carta a mi miedo.
No quiero que se me olvide nunca tu olor.
Ni que me falte tu risa desordenada.
Ni que se acabe el azul de tus ojos en mi recuerdo.
Quiero fotografiar cada instante, cada imagen, cada gesto.
Y me quedo en el quiero y no puedo.
Porque, extrañamente, pesa más la emoción que me creas.
Y eso es lo que me queda grabado.
La sensación cálida de tu abrazo.
La emoción y el temblar de un beso.
El placer de verte disfrutar y compartir.
La capacidad de sacarme una sonrisa en todo momento.
El sonido de tu voz o de tus gruñidos. Eso sí que lo puedo evocar con facilidad y con una gran sonrisa.
Que no se nos olvide que nos revivimos por dentro.
Que de una casualidad surgieron mil momentos de los cuales alimentarse en esto del vivir.
Y que no hay que arrepentirse de nada, pues vivir del recuerdo de algo bueno, es menos que quedarse con nada.
El miedo a perderte va a estar ahí, pero hagámoslo a un lado siempre que podamos.
Un placer y hasta la próxima.