Revista Opinión

Psiquiátricos en Venezuela: ¿Hospitales o Campos de Concentración?

Publicado el 24 abril 2018 por Carlosgu82

Psiquiátricos en Venezuela: ¿Hospitales o Campos de Concentración?

Lo que ocurre en la Venezuela socialista, no viene pasando desapercibido ante los ojos del mundo, donde no existe en la actualidad, absolutamente ninguna institución manejada por el Estado, a la cual se le pueda dar la calificación de “eficiente y digna”.

Esta es otra aberrante realidad, la situación infrahumana y alarmante que ocurre puertas adentro de un hospital psiquiátrico en Venezuela. Es un tema que poco interesa a los medios. Esta afirmación, una y otra vez, despertó la inquietud periodística del prestigioso diario The New York Times, quienes, en octubre 2017, aceptaron la invitación de los médicos, a un recorrido por seis de estos centros, donde lograron constatar que esquizofrénicos, epilépticos y demás dolientes de este tipo de afecciones sufren por la crisis económica, social y política de la nación.

En efecto, en el país existen 12 hospitales psiquiátricos y 78 centros de atención ambulatoria en psiquiatría, y en todos se repite lo mismo: intermitencia en la entrega de medicamentos, daños en la infraestructura, déficit de personal especializado, fallas en la dotación de equipos, insumos y alimentos.

De hecho, el Doctor Wadalberto Rodríguez, Presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, ha denunciado que ese deterioro está sucediendo porque dentro del Ministerio del Poder Popular para la Salud, desmantelaron la dirección de Salud Mental, instancia cuya gestión aparece a medias en las Memorias y Cuenta, el Plan Nacional de Salud 2013-2019 y en las leyes de Presupuesto.

Cuando nos remitimos, por ejemplo, a la Memoria y Cuenta del año 2015, aparece el plan: Humanización de la atención en salud mental para la paz y la vida sana; y como logros destaca el Gobierno que se distribuyeron 7.241.840 unidades de medicamentos psicotrópicos para fortalecer 80 centros de atención y prestación de servicios psiquiátricos y psicológicos, particularmente los nueve Establecimientos Psiquiátricos de Larga Estancia (Eples) para beneficiar a un total de 394.975 pacientes con enfermedades mentales y emocionales a nivel nacional.

Es importante destacar que, el artículo 7 de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Salud Mental establece la responsabilidad pública de los Estados, la cual “incluirá la disponibilidad de servicios de Salud Mental especializados, en la medida de lo posible dentro del contexto de una infraestructura de atención primaria, así como una educación pública referida a la salud y a las enfermedades mentales y a los medios de que se dispone para contribuir a la primera y hacer frente a la segunda”.  En Venezuela no se cumple con la responsabilidad de aportar servicios de Salud Mental especializados a la población. Un ejemplo de ello, es la desatención en los casos de pacientes mentales con VIH.

Aunado a ello, tampoco existen estadísticas actualizadas anualmente, en el área de Salud Mental, cuando deberían estar disponibles al público en general. En   sólo cuatro años, desde el 2002 a 2006, el número de la prevalencia de trastornos psiquiátricos en el país subió de 3 millones 96 mil 194 pacientes a 3 millones 985 mil 792 pacientes; siendo ésta, la última cifra hecha pública por el Ministerio del Poder Popular para la Salud. Cifra que representaba para la fecha el 14,74% de los 27 millones 35 mil 127 habitantes del país, población estimada por el Instituto Nacional de Estadísticas.

En el Hospital de El Peñón, ubicado en Caracas, solo quedan dos pacientes a pesar de tener capacidad para albergar a 40. Los médicos no están recibiendo a más pacientes porque desde hace meses la comida no llega de manera regular. (The New York Times – 2017).

En el Hospital Psiquiátrico Dr. José Ortega Durán, en Valencia, un joven de 18 años que es esquizofrénico estaba atado a una silla de metal, una medida necesaria según los trabajadores del hospital porque no tenían medicamentos para atenderlo. (The New York Times – 2017).

En el Hospital Psiquiátrico El Pampero, Jusmar Torres se quedó varias semanas sin la medicina necesaria para tratar un trastorno del estado de ánimo y depresión. Estaba sentada en una celda, en régimen de aislamiento. Había estado allí, desnuda, durante cuatro días. El personal del hospital la había despojado de su ropa porque temían que pudiera ahorcarse. (The New York Times – 2017).

Igualmente, el portal Venezuela al Día publicó un artículo que expresa que desde febrero hasta agosto 2017, se registró el fallecimiento de 20 pacientes en el Instituto Mental La Paz, un centro privado y subsidiado por el Gobierno en la vía entre San Diego y el Municipio Carrizal del Estado Miranda.

En el Instituto Mental La Paz, muchos de los internos están bajo su propia suerte, ya que no reciben visita y por lo tanto no les llevan alimentos desde afuera. Su dieta se limita a lo que puedan encontrar. Los propios trabajadores del centro afirmaron que en varias oportunidades los pacientes se han comido sus propias heces y las de otros pacientes allí recluidos.

Expertos en derechos humanos, han determinado que se violan dentro de los establecimientos psiquiátricos en Venezuela, los derechos a la igualdad, la no discriminación, la no exclusión, derecho a la vida y al libre desarrollo de la personalidad, la no prestación de servicios médicos generales a los pacientes, las fallas en medicamentos, el descuido en la atención a los pacientes, así como el incumplimiento de las normas en la realización del menú diario de comidas e insuficiencia de personal dentro de los centros. Para el Estado, representan letra muerta los parámetros del “Manual de Recursos de la Organización Mundial de la Salud sobre Salud Mental, Derechos Humanos y Legislación”.

 Y aunque usted no lo crea, irónicamente, en Venezuela, todo enfermo mental puede votar a menos que tengan una interdicción civil, como se establece en el artículo 393 del Código Civil Venezolano.


Volver a la Portada de Logo Paperblog