Este fin de semana el moderado presidente del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, aseguraba que siempre mantendrá su apoyo al PSV-PSOE para gobernar su Comunidad, a la vez que el beneficiario de esa ayuda, Patxi López, prometía que nunca se aliará con Bildu para controlar ayuntamientos.
Ninguna de ambas afirmaciones es demasiado creíble. El PP es más antinacionalista que el PSOE, y el socialista pacta con cualquiera que se diga progresista, como con la exetarra político-militar Euzkadiko Ezquerra, en Cataluña con ERC, y en Galicia con el BNG, estos últimos próximos hermanos de Bildu.
Ahora el PSC-PSOE le debe cierta lealtad al PP, aunque para su presidente vasco, Eguiguren, y para Zapatero, el nacionalismo es el gobernante natural de la región, como es lo es CiU de Cataluña, razón por la que negocian con ellos a espaldas de sus propios compañeros autonómicos.
La última selección de magistrados del Constituciona se dirigía, precisamente, a sacar adelante sus proyectos de ingeniería social, pero también los de ingeniería geográfica de los nacionalistas, creados por la secta zapateril que entá suicidando al PSOE con permiso de sus militantes históricos.
Ahora, y contra la sentencia del Supremo, Bildu, apófisis de ETA, aparece como progresista: ¿cómo no van a pactar el zapatertismo o sus descendientes con una formación así, bendecida por el Constitucional?
Aunque todos sepamos que ahí escondidos están los supremacistas de lo vascongado, racistas sin remisión, envueltos en el progresismo estalinista: sólo por lo que dicen de la raza vasca sus dirigentes, Bildu sería prohibido y disuelto en casi toda Europa.
Pero en España todo es excesivo: del franquismo, casi cuatro décadas, más que los nazis y los mussolinianos. Y como progres, lo somos más que nadie.
Tarde o temprano habrá acuerdo PSOE-Bildu, y Antonio Basagoiti se enfrentará a la censura de sus compañeros populares, por inocentón.
Mientras exista, la secta zapaterista, el PSOE venderá España por un concejal.
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Nota con petición de perdón:
Hasta media docena de veces puso el cronista Sortu por Bildu en la primera versión de esta crónica, y es posible que muchos lectores no se dieran cuenta del error.
Es tal el juego de nombres que usa ETA-Batasuna que el cronista pone una cosa por otra y no ocurre nada, porque todo nombre es igual. Es nazismo, bolchevismo, ETA.
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SALAS contaba esto hace unos días
Ahora, cuando oímos ciertos discursos como ese de Zapatero de que "miente como un bellaco quien diga que yo he rebajado los derechos sociales", ya sabemos la razón de ciertos desvaríos.