Por Marta Fernández *
¿Cómo es la calle perfecta? La calle perfecta tiene que tener
esquinas para que los peatones se crucen. Manzanas pequeñas y edificios
con ventanas al exterior. Cuanto más movimiento, más oportunidad para
que los vecinos se encuentren y construyan comunidad. Porque la calle
perfecta tiene que tener vida. Hace más de medio siglo, la urbanista norteamericana Jane Jacobs
expuso los principios para que las ciudades no murieran fagocitadas por
su propio éxito. Sus ideas son ahora más necesarias que nunca. Y lo
serán para responder a los retos del futuro.
El
mundo será una sucesión urbana casi interminable. Un planeta
superpoblado con más de 10.000 millones de habitantes. Solo un tercio
vivirá en el medio rural. Se multiplicarán las ciudades y sus problemas:
el tráfico, la contaminación, el abastecimiento, la inseguridad, la
soledad. No es una distopía. Es el aviso para navegantes de Naciones Unidas. Lo que nos espera en el año 2050.
Conseguir que esas ciudades sean vivibles es uno de los desafíos del planeta y el reto diario de un grupo de jóvenes urbanistas que trabajan en un inusual estudio en el centro de Madrid. Un espacio donde conviven arquitectos, biólogos o ingenieros. Su nombre, Paisaje Transversal, les delata; como les delatan las bicis apoyadas contra la pared del patio. Llevan desde los años de la facultad intentando introducir en España un concepto de urbanismo más creativo que se practica hace décadas en otras partes del mundo. “El de la tita Jane”, bromea Jon Aguirre Such, uno de los socios.
Hace ya casi una década de su primer proyecto: un plan para el barrio de Virgen de Begoña, en Madrid. “Éramos unos chavales y fuimos a la asociación de vecinos a ofrecerles gratuitamente nuestra asesoría”. Sus ideas eran tan buenas que el ayuntamiento les pidió que siguieran adelante. Y los urbanistas de Paisaje Transversal tiraron de planos, de maquetas y de metodología, pero también se calzaron las zapatillas para patear las calles con los vecinos. “Nosotros no hacemos participación ciudadana”, puntualiza Jon, “hacemos urbanismo con la gente y también hacemos un trabajo técnico: analizamos el barrio y sus problemas”.
Jorge Arévalo recuerda cómo paseaban con los vecinos para comprobar las necesidades en el terreno. El barrio estaba lleno de escaleras y los residentes, muchos jubilados, tomaban recorridos alternativos para evitarlas. Caminando con ellos eligieron el lugar para trazar un eje de accesibilidad. Y colocaron árboles para que dieran sombra. Y bancos para que los abuelos se pudieran sentar. Salió todo tan bien que les empezaron a llamar de otros lugares. Desde entonces han firmado más de cien proyectos para distintas ciudades de España.
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* Artículo publicado en El País en la colección 'El Estado del Planeta'.
Créditos de la imagen:
01 - Ángela Peralta, Jon Aguirre Such, Jorge Arévalo, Sonia Ortega y Laura L. Ruiz en el estudio de urbanismo de Paisaje Transversal. (fuente: Julián Rojas)
02 - Momento de la entrevista con Marta Fernández en la oficina de Paisaje Transversal (fuente: Paisaje Transversal)
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