La revisión por pares (peer review) implica que una serie de expertos anónimos, elegidos por el comité de redacción de una revista, comenta y evalúa un artículo que se pretende publicar en una revista científica. Hasta aquí nada raro, o quizás sí. Para evitar la habitual crítica de falta de transparencia a este proceso, algunas revistas publican el historial de revisiones y los comentarios que han hecho los revisores, pero no es lo habitual.
En el caso de algunas revistas como BMC Health Services Research o el propio British Medical Journal (BMJ) se realiza un proceso llamado "Open peer review" en el que los comentarios y revisiones se publican de forma completa y con el nombre del revisor. Pero esto todavía no es habitual. Por eso, las webs como PubPeer son casi imprescindibles. PubPeer es una web muy sencilla: su objetivo es comentar de forma anónima artículos que ya han aparecido publicados en revistas científicas. Lo explica muy bien esta entrada del blog Cuadernillo Sanitario. Lógicamente cuando la inteligencia colectiva se pone en marcha, a veces salen a la luz algunas zonas oscuras del proceso investigador, como ocurrió en marzo de 2016 con una investigadora del CNIC que fue despedida de forma fulminante. Y todo por los comentarios de PubPeer.Otro ejemplo, muy comentado en los últimos años, es el de Fazlul Sarkar, un investigador de la Wayne State University, con una gran producción científica, que denunció a PubPeer por haber perdido un empleo debido a los comentarios anónimos en sus artículos. Además, en la demanda solicitaba conocer los nombres reales (o sus IP's) de los comentaristas anónimos.
El tiempo pasa y la ciencia, la justicia y la transparencia parece que ponen a todos en su sitio. Hasta la fecha, 18 de sus publicaciones han sido retiradas por los editores tras conocer los comentarios de PubPeer. Un análisis de algunas de estas retiradas ha sido publicado en el blog Retraction Watch que además ha colocado a este investigador en su cuadro de honor. Pero no solo eso, ya que un reciente informe de su universidad recomienda la retirada de un total de 40 artículos y 10 correcciones por mala conducta en sus investigaciones. Y como colofón, la justicia ha decidido no autorizar a la identificación de los comentaristas anónimos por parte de PubPeer ya que su anonimato está protegido (al menos en la legislación estadounidense).En resumen: en todas partes cuecen habas, y en el mundo de la investigación de élite también. Pero no solo eso, ya que algunas cuestiones como la eficacia del open peer review, el problema de los predatory journal, la tiranía del factor de impacto y las exigencias de las agencias como la ANECA (no os perdáis este artículo de El Confidencial) ponen de manifiesto algunas grietas. PubPeer no va a solucionar estos problemas, pero en ocasiones viene bien que los expertos "no habituales" puedan dar su opinión en sus áreas de conocimiento. Y sacar la ciencia a tomar el aire siempre viene bien.