Los nombres de Antoine Griezmann y Neymar suenan con gran fuerza para el Fútbol Club Barcelona. Griezmann anunció al final de la pasada temporada que abandonaría la disciplina del Atlético de Madrid en julio cuando su cláusula de rescisión bajase hasta los 120 millones de euros. Se da por hecho que el francés acabará vestido de azulgrana, pero el club catalán aún no ha depositado el dinero en la Federación para liberar al Principito.
Neymar quiere salir del París Saint Germain y desde el Barça estudian la manera de conseguir que vuelva a jugar en el Camp Nou.
Si Griezmann y Neymar llegasen finalmente a la Ciudad Condal, cualquiera podría pensar que hacer pronósticos en casa de apuestas será una tarea sencilla a la hora de establecer las cuotas del Barça, pero la llegada de ambos jugadores plantearía una duda: ¿podrían rendir jugando juntos los 4 Fantásticos?
Messi como interior
El dominio y la lectura del juego de Messi le permitirían retrasar su posición y partir desde el lugar que ocupaba Iniesta. Fútbol tiene de sobra para hacerlo. El problema es que se trata de una demarcación que le exigiría un mayor esfuerzo defensivo. Messi es capaz de presionar y recuperar balones, pero en posiciones de ataque dosifica más y lee a la perfección cuándo tiene que exprimirse en la recuperación del balón y cuándo puede desentenderse de la jugada. De interior no podría medir sus esfuerzos.
En ese caso, Neymar y Griezmann partirían de las bandas y Suárez ocuparía la posición de 9.
La transición defensiva
La principal duda que surge de una posible alineación de los 4 Fantásticos es cómo afectaría esto a la fase defensiva del equipo. Si bien Messi, Suárez y Griezmann han demostrado que no les importa sacrificarse en defensa, Neymar es un jugador mucho más sospechoso en ese sentido. También es cierto que son jugadores acostumbrados a trabajar la recuperación tras pérdida y no tanto esfuerzos defensivos prolongados –con la salvedad, quizás, de Griezmann, discípulo aventajado del “Cholo” Simeone.
Si los rivales consiguen romper esa primera presión del Barça, podría crearse un peligroso agujero defensivo en la estructura barcelonista. Valverde deberá trabajar ese aspecto según vayan pasando las jornadas del nuevo calendario de La Liga.
El sustituto de Luis Suárez
La fallida cesión de Boateng del pasado mercado invernal tenía como objetivo liberar y dar descanso a Luis Suárez. Con la llegada de Griezmann el uruguayo podría tener más minutos de descanso y su posición la ocuparían jugadores de sobrada calidad como Messi o el Principito.
Mediapunta Messi-Griezmann
, acostumbrado a moverse en los terrenos que pisa Messi, podría formar un triángulo ofensivo temible si se junta en la mediapunta con el argentino y Suárez aparece por delante. Este dibujo exigiría mucho a nivel ofensivo a los laterales. Alba ya ha demostrado su profundidad. Con este esquema Sergi Roberto cedería, a priori, su sitio en el once a Semedo, más profundo. Neymar también iría al banquillo en este caso.
Griezmann como comodín
El galo deberá volver a ocupar demarcaciones de sus tiempos de la Real Sociedad, cuando partía de la banda y aprovechaba sus desmarques, sus diagonales y su buen golpeo. Presumiblemente su lugar de partida será la banda derecha, pero su versatilidad le permitirá dar descanso y alternativas a cualquiera del trío Messi-Suárez-Neymar.
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