Entender los mecanismos psicológicos que hacen que el estrés contribuya a generar distintas manifestaciones de depresión puede ayudar a prevenirlas. Especialmente en los casos en los que ya se ha sufrido un primer episodio depresivo y queremos evitar una recaída.
Esto no significa que el estrés sea la CAUSA de las depresiones, lo que sí es claro es que ante la presencia de estresores sostenidos en el tiempo, una de las respuestas esperadas es un episodio depresivo.
Desde nuestros orígenes como especie nuestra supervivencia ha estado atada a la capacidad de mantener la homeostasis: el equilibrio se logra controlando los factores causantes de estrés físico o psíquico con mecanismos: cerebrales, inmunológicos, endocrinos y comportamentales.-
Si esto no ocurre, enfermamos: desarrollamos síntomas en el cuerpo, o en la psiquis : ej. trastornos depresivos, dolor crónico, trastornos de conducta, trastornos de ansiedad, enfermedades de etiologia inmunológica.-
Las respuestas individuales al estrés dependen de factores, físicos, psicológicos y sociales; mencionaremos dos en particular: evaluación de la situación (en función de la historia y de la personalidad) y salud (física, hábitos, etc..)
Como siempre, es necesario tomar en cuenta que en la causa de la aparición de cualquier síntoma existen factores ambientales y genéticos. En líneas generales suele ser más eficaz considerar ambos temas como una “estructura”: una unidad en que cada elemento cobra sentido por su asociación al resto y al contexto.
Desde el punto de vista ambiental es útil tener presente que distinguimos dos grandes grupos de influencias : la familiar o compartida (historia familiar, mitos, novela familiar, relaciones familiares) y la no-familiar o individual que depende de los acontecimientos estresantes vividos por la persona, no compartidos; estos forman una serie complementaria con los factores desencadenantes: pérdida del trabajo, de un ser querido, catástrofe ambiental, etc…-
Por otra parte, en los últimos años la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha llevado a cabo una serie de estudios sobre somatización en atención primaria a escala mundial, para incluír el aspecto de la carga genética en el problema de la depresión , concluyendo que:
1) Algunos cuadros depresivos y ansiosos son consecuencia de estilos de vida estresantes (exceso de presión laboral; mudanzas continuas, inseguridad laboral, problemas familiares).
2) La depresión cursa sistemáticamente con síntomas somáticos en la mayoría de los casos.
3) La somatización está distribuida de forma similar por todos los países, con escasas diferencias e independientemente del tipo de cultura y del grado de desarrollo socioeconómico.-
Algunos de los síntomas somáticos asociados a la depresión son:
– Anorexia
– Pérdida de peso
– Insomnio/hipersomia
– Trastornos digestivos/estreñimiento
– Dolores varios
– Astenia
– Disfunciones sexuales
Esto no significa que todos aquellos que sufran algunos de estos síntomas vayan a desarrollar un trastorno depresivo, sino que en casi todos los casos, el trastorno depresivo producto del estrés, hace su aparición con trastornos somáticos.
Es así que podemos hablar de pacientes que si bien confían en los médicos no entienden una explicación psicológica a sus síntomas somáticos y su asociación a factores estresores en su estilo de vida, prolongando, complejizando y enmascarando el origen de la sintomatología.
Finalmente:
El abordaje de un trastorno depresivo asociado a estrés debe ser integral:
a) Es necesario tomar en cuenta que las depresiones somatizadas no detectadas o no adecuadamente tratadas, tienden a cronificarse con el tiempo (ej. trastornos somáticos no explicados medicamente de una duración superior a seis meses). Estos cuadros originan un enorme gasto sanitario, son difíciles de tratar y aumentan la frustración del paciente.
b) Básicamente se trata de situar el problema, realizar un diagnóstico completo y desarrollar estrategias en las tres áreas de conducta: física : alimentación, actividad física, sueño, psíquica : diagnóstico de personalidad base y orientación psicoterapéutica , socio-ambiental : cambio de hábitos, atención plena, reformulación de las relaciones con el medio familiar, gestión de decisiones en relación a lo laboral, amistades, tiempo libre, etc…-