Por Mauricio Rodríguez
Hace apenas unos días, los Chicago Bears y los Oakland Raiders acordaron un trade que se irá directo a los libros de historia en la NFL. Después de una pretemporada en la que Jon Gruden y compañía fallaron en negociar una extensión con Khalil Mack, el futuro equipo de Las Vegas envió a su cazador de cabezas estrella a Chicago.
Un jugador que tras cuatro años en la liga se ha establecido como uno de los mejores defensivos y con 40.5 sacks bajo su nombre se dirige directo al Hall of Fame en Canton, Ohio. Esto es exactamente lo que consiguieron los Chicago Bears. A cambio de dos selecciones de primera ronda, una de tercera y una de sexta, los Bears no sólo se llevan a Mack sino también una selección de segunda ronda de los Raiders (del año 2020) y una selección condicional de quinta ronda para el mismo año.
A pesar de que los Raiders tenían motivos financieros para deshacerse de Mack, es difícil no visualizar a los Bears como los ganadores de este intercambio. Tras este movimiento, el equipo que estrena como head coach al excoordinador ofensivo de los Chiefs, Matt Nagy, puede causar problemas en la NFC North este año.
Discretos en una división que hospeda a los Green Bay Packers y los Minnesota Vikings, los Bears están en una posición perfecta para presentarse como una amenaza en la carrera por la postemporada, no sólo por el hecho de contar con un cazacabezas élite, sino porque el equipo en general está muy bien armado y depende de algunos factores para poder dar el siguiente paso.
Hablemos de la ofensiva
El QB Mitchell Trubisky pudo tener una mejor temporada de novato, pero si vamos más allá de las estadísticas, no lució como un mal pasador. En una ofensiva con muy pocas armas a su disposición, era difícil imaginar al novato teniendo mucho éxito, pero tras un offseason ocupado la administración de los Bears le consiguió una ofensiva muy remodelada.
Los receptores Allen Robinson, Taylor Gabriel y el novato Anthony Miller le proporcionarán a Trubisky un mucho mejor grupo de objetivos en el juego aéreo. Eso sin mencionar a Kevin White, quien por fin podría tener su primera buena temporada después de un inicio de carrera muy decepcionante. Además de estos WR, el exmiembro de los Philadelphia Eagles, Trey Burton, se une como el tight end titular.
En cuanto el juego terrestre, sería un error subestimar a Jordan Howard acompañado de Tarik Cohen corriendo tras una línea ofensiva que, a pesar de que no es una de las mejores en la liga, será lo suficientemente buena para poder mantener a la ofensiva balanceada.
…Y a la defensiva
Los Bears pueden tener, sin exagerar, una de las mejores defensivas en la NFL. La línea cuenta con Akiem Hicks, los linebackers se verán muy dominantes con la llegada de Khalil Mack más Leonard Floyd, quien se perdió seis juegos la temporada pasada, pero seguirá siendo una presencia dominante en el campo. El novato de primera ronda Roquan Smith también se sumará a esta unidad y sin duda conseguirá un rol importante al lado de Danny Trevathan, quien ha tenido una buena carrera en la NFL.
Me gusta mucho más la parte frontal de esta defensiva, pero la secundaria no está nada mal. Kyle Fuller y Prince Amukamara liderarán a los cornerbacks. Fuller le dio la vuelta a su carrera en el 2017 y Amukamara es uno de los veteranos más consistentes que hay en la posición.
En cuanto a los safeties, si Eddie Jackson continúa jugando como lo hizo de novato al lado de Adrian Amos, no habrá razón para preocuparse por la defensiva de los Bears.
¿Qué tan lejos pueden llegar?
La NFC North es probablemente la división más fuerte de la NFL en 2018. Los Vikings se perfilan como los claros favoritos para ganar la división y ser uno de los mejores equipos de la liga. En cuanto al segundo puesto, a pesar de que los Packers se mantienen como un equipo temible bajo el liderazgo de Aaron Rodgers, no parece estar garantizado para nadie.
No me sorprendería que Bears y Packers estén disputándose un pase a los playoffs en diciembre. Si llegaran a pasar a postemporada, quizá les haga falta experiencia a Trubisky y a Nagy en sus puestos. Aún así, espero que Chicago haga mucho ruido en la carrera empedernida que se dará en la NFC por los playoffs.