La crisis de la deuda que sufrimos nos ha traido penurias. Y las peores no son las económicas. Lo más complejo es la crisis de credibilidad y fiabilidad que están sufriendo todas las instituciones, toda la estructura social. En el mundo sanitario esto se traduce en que los profesionales han dejado de dar crédito a sus superiores. Nadie se fía de nadie.
Harto ya de la incomodidad que produce esta situación decidí ayer salir a la calle y mantener varias conversaciones para tratar de hallar algo de luz. La verdad es que tras hablar con Vicente Baos, Francisco Agüera, Toni Iruela y Javier Lasquetty fui capaz de tener una visión más amplia.
Les hago un resumen:
1. Hace cuatro meses y medio la Consejería de Sanidad de Madrid hace público un paquete de medidas para tratar de cumplir un duro ajuste presupuestario. Entre ellas destacan la gestión privada con ánimo de lucro de 6 hospitales y la gestión por profesionales del 10% de los centros de salud.
2. Los profesionales de la sanidad madrileña al oir la palabra "privatización" dejan caer la venda de los ojos y sienten que el Titanic se está hundiendo al ver sus piés dentro del agua. Se inicia una situación de protesta sin precedentes en la historia de nuestra comunidad.
3. No se consigue un diálogo, pese a presentar los profesionales alternativas. La Consejería no plantea negociar las medidas si no su aplicación. Este marco no es aceptable a ningún interlocutor.
4. La semana pasada el Consejero ofrece una multitudinaria e intensa rueda de prensa a la que asistí invitados por amigos periodistas.
- Las medidas siguen adelante (algo más tarde y en caso de primaria con solo 4 centros de salud).
- Está abierto a negociar aplicación de medidas pero no estas.
- No hay más datos que sostengan estas medidas que los ya ofrecidos.
- La cosa está difícil.
Como me seguían quedando muchas dudas ayer trato de solucionarlas en el despacho del Consejero que tiene la generosidad de darme cita pese a conocer mi postura crítica con sus medidas. Me describe que el diseño de las mismas tuvo lugar en los últimos meses del año pasado y que no se contemplan otras en este momento. Toca aplicarlas. Le argumento que será difícil, si no imposible, con todo el mundo en contra. Lógicamente son conscientes, pero sólo son capaces de ofrecer negociación en la parte de aplicación.
En relación con la atención primaria tuvieron presiones para ofertar un modelo que dependiera del hospital. La postura de la Consejería es claramente contraria, se defenderá la autonomía de la primaria. El modelo que se trata de presentar es el de las Entidades de Base Asociativa de la comunidad catalana que aquí se llamará Asociaciones de Profesionales, pero la idea es la misma. Autogestionar un presupuesto por profesionales sanitarios. No se desea que haya control de capital privado en esta gestión. La participación privada, si la hubiera, sería hasta un máximo del 49% para evitar esto.
En los siguientes meses veremos otro real decreto y finalmente los pliegos tras el verano. A dia de hoy no hay más datos, no son públicos los escenarios que se contemplan. La comisión técnica será la encargada de ir terminando de pulir el proyecto.
No aclarado del todo hablo a continuación con Barcelona. Afortunádamente tengo buenos amigos en casi todas partes. A los ojos de los compañeros catalanes hay sorpresa. Ellos han generado 13 EBAs en 16 años, en un proceso lento de constitución progresiva de equipos humanos motivados que no es posible hacer de la noche a la mañana. Es verdad que han conseguido eficiencia (gastan un 25% menos que la media de centros de salud catalanes) con profesionales y pacientes razonáblemente satisfechos, pero son conscientes de que no es un modelo generalizable con facilidad.
Dado que la Consejería está abierta al diálogo (en sus términos, como hemos dicho) y los catalanes tienen experiencia, tal vez el siguiente paso sea que alguien nos explique en profundidad que es esto de las EBAs y empecemos a aportar inteligencia colectiva al asunto. Hay muchas preguntas que ir respondiendo, empiezo planteando estas:
- ¿Es acertado y prudente explorar el modelo EBA en Madrid?
- En su caso ¿cómo se podría implantar de la mejor forma posible?
- ¿Con qué reglas, con qué marco?
- ¿Qué equipos serían los más adecuados para ello y cuáles no?
- ¿Cómo se evaluaría? ¿Cómo se haría la gestión pública de la información para poder comparar?
- ¿Cómo se manejará el presupuesto, cómo se ajustará y actualizará?
- ¿Y si no funciona?
Para que los profesionales de Atención Primaria decidan si lo que se ofrece aporta algún valor no queda otra que dar más información y abrir puentes de diálogo. No existe otra manera.
Y hago un comentario de autocrítica. En los últimos años un servidor (al igual que la mayoría de los profesionales que conozco) ha dedicado cientos de horas de charla de café a hablar sobre el futuro de la Atención Primaria sin producir una sola idea. ¿Ahora nos extrañamos de que si no hemos sido capaces de producir alternativas otros lo hagan por nosotros? Me temo que hay que recuperar la iniciativa. Si alguien sabe algo de ajedrez seguro que me entiende.
La Consejería de Sanidad está buscando crédito en el capital privado que entrará en el sistema y contribuirá a sostenerlo pero no debe olvidar que esto no se puede hacer rompiendo la línea de crédito básica de toda organización: la confianza interna.