Revista Salud y Bienestar
Un
estudio publicado en Mayo de 2016 realizado por el Programa Nacional
de Toxicología de los Estados Unidos demostró una ausencia de cáncer
cerebral en el grupo de control y un número muy pequeño de casos de
cáncer de cerebro entre las ratas expuestas a las radiaciones
emitidas por los telefonos moviles. Los
animales fueron expuestos únicamente a la radiación del teléfono
móvil y debido al pequeño número de cánceres de cerebro causados
por la radiación del teléfono móvil, algunos cuestionaron la
importancia de esta observación. Los animales expuestos
desarrollaron un pequeño número de cánceres de cerebro no debido
solamente a la radiación del teléfono móvil ya que este solo
acelera el desarrollo de los cánceres causados por mutaciones
espontáneas. Si se asume que la hipótesis es correcta, la radiación
del teléfono móvil tendría consecuencias menos graves para la
salud pública que lo sugerido por algunos estudios epidemiológicos.
No todos los usuarios de teléfonos móviles estarían en peligro de
desarrollar cáncer cerebral. Sólo las personas expuestas a factores
cancerígenos o que desarrollen mutaciones genéticas espontáneas estaría en riesgo del desarrollo y la manifestación del cáncer. La
hipótesis propuesta no invalida a la radiación del teléfono móvil
como un posible carcinógeno. Se sugiere, sin embargo, que podría
ser poco probable que ocurra una epidemia de cáncer de cerebro, pero
si un modesto aumento de la prevalencia.