Quien haya tenido una mascota, dirá que si inmediatamente; la manera en la que estas responden a nuestros comandos, y nuestras solicitudes nos sorprende día a día. Aún más cuando de ellas surgen momentos de genialidad que descubren ante nosotros una capacidad mínima de razonamiento, racionalidad que aún se discute hoy en día.
Para quien no tiene mascota, usualmente este tema pasa por desapercibido, aún cuando sorprende como un ser no humano, responde ante las solicitudes de su acompañante humano. Quienes no tienen mascota usualmente afirman que estas responden bajo la lógica de la campana de Pavlov (tesis que ha sido discutida nuevamente en el presente), y que los perros son incapaces de aprender, sino que memorizan patrones que le permiten obtener beneficios.
Pero ¿Cómo responder al siguiente ejercicio mental que le han colocado a este perro?
Aún cuando el perro tuvo ayuda en el primer ejercicio, el hecho de racionalizar que efectivamente así podría recibir la recompensa la segunda vez (con mucha dificultad, pero con éxito), significa que algunos perros son capaces de resolver problemas que no son usuales en medios ambientes naturales.
NPR ha publicado un artículo sobre estudios recientes a esta inquietud; se logró a través de experimentos con perros, determinar que los estos son capaces de distinguir el lenguaje usado con ellos independientemente del "tono" con el que se les hable. Obviamente no manejan un amplio vocabulario, pero pueden manejar un repertorio de palabras lo suficientemente amplio para discernir la diferencia entre distintos comandos.
El experimento arrojó incluso, que el lado derecho del cerebro, procesa la información emocional en el perro, y en el lado derecho del cerebro se procesa el significado de las palabras.
Así que si le vas a decir cosas agradables a tu perro, hazlo en oreja derecha.
Fuente: NPR.